El día que Ringo Bonavena fue asesinado: Un triángulo amoroso y disputas por dinero

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El 22 de mayo de 1976, el mundo del boxeo le dijo adiós a Ringo Bonavena, uno de los personajes más emblemáticos de la historia del deporte. A los 33 años, el ex campeón de peso pesado moría a manos de un sicario vinculado a la mafia estadounidense, en un hecho que dejó shockeada a Argentina y al mundo entero.

Los últimos años de Ringo en Estados Unidos

La carrera de Ringo Bonavena comenzaba a declinar tras su épica batalla contra Muhammad Ali en el Madison Square Garden, en la que el oriundo de Parque Patricios cayó ante el de Louisville por knockout técnico. Su estilo de vida desenfrenado, marcado por los excesos y los problemas con la ley, lo había dejado muy lejos de los grandes escenarios del boxeo. Fue por eso que, en 1975, buscando relanzar su carrera, Ringo se mudó a Estados Unidos, un viaje que lo vio envuelto en un mundo de intrigas, mafiosos y personajes turbios.

Su vinculación con Joe Conforte, un mafioso propietario del Mustang Ranch, un burdel a las afueras de Reno, Nevada, lo llevó a tomar decisiones que lo llevarían por mal camino hasta terminar de manera trágica. Conforte, un hombre despiadado y codicioso, vio en el «Rey sin Corona» una oportunidad para sus negocios y, a la vez, una amenaza a su poder.

Un triángulo amoroso y una disputa por dinero

La relación entre Bonavena y Conforte de por sí era tensa (parte porque se hablaba de una aventura entre su esposa y Ringo), pero empeoró todavía más por un triángulo amoroso que involucraba a Cheryl Rebideaux, una de las empleadas del burdel. Ringo, buscando obtener la ciudadanía estadounidense, se casó con ella, una decisión que despertó la furia del guardaespaldas de Conforte, William Ross Brymer,quien también la cortejaba.

Ringo, que ya estaba casado con Dora Raffa, contrajo matrimonio con Cheryl Rebideaux, una empleada del Mustang Ranch, para conseguir la ciudadanía estadounidense.

Ringo, que ya estaba casado con Dora Raffa, contrajo matrimonio con Cheryl Rebideaux, una empleada del Mustang Ranch, para conseguir la ciudadanía estadounidense.

Además de los problemas amorosos, las disputas por dinero también contribuyeron al deterioro de la relación entre ambos. Incluso se llegó a decir que el boxeador recibía amenazas de muerte anónimas y que quería volver a Argentina, como reveló su viuda, Dora Raffa. Cada vez más endeudado y desesperado, Bonavena, fiel a su estilo combativo, decidió ir a encarar a Conforte a su oficina y aclarar los tantos con él.

La noche fatal

La madrugada del 22 de mayo de 1976, Ringo Bonavena se encaminó al Mustang Ranch, donde Conforte tenía su oficina, decidido a confrontar al mafioso. Cuatro guardias armados en la entrada habrían hecho que cualquiera decidiera manejarse con cautela, pero no Ringo quien, armado con una pistola que escondió en su bota, le exigió a uno de los guardias hablar con su jefe.

A las afueras del Mustang Ranch, Bonavena discutió con los guardias de Joe Conforte, con quien exigía hablar. En el calor del intercambio, Ross Brymer le disparó con un fusil.

A las afueras del Mustang Ranch, Bonavena discutió con los guardias de Joe Conforte, con quien exigía hablar. En el calor del intercambio, Ross Brymer le disparó con un fusil.

El intercambio fue escalando y escalando en tono cada vez más, hasta que entró en escena Brymer, fusil Remington en mano, que se la tenía jurada a Ringo desde que le quitó a «su» chica. Sin pensárselo demasiado, Brymer le disparó a Bonavena en el pecho y le provocó la muerte instantánea.

Un juicio controversial

Las investigaciones sobre el crimen estuvieron repletas de irregularidades y el juicio a Brymer se convirtió en un show de circo. A pesar de que el guardaespaldas tenía pruebas contundentes en su contra, fue condenado por homicidio involuntario y pasó 15 meses tras las rejas, una sentencia que indignó a muchos y dejó un sabor a justicia incompleta.

A pesar de las pruebas halladas en su contra, William Ross Brymer, el sicario que mató a Ringo, estuvo preso 15 meses por homicidio involuntario.

A pesar de las pruebas halladas en su contra, William Ross Brymer, el sicario que mató a Ringo, estuvo preso 15 meses por homicidio involuntario.

A pesar de su trágico final, Ringo Bonavena sigue siendo una figura legendaria del boxeo argentino. Su vida, triunfal, rebelde y trágica, fue la de un boxeador único que brilló en el ring, pero que además se transformó en un ícono de la cultura popular argentina.