“Los vuelos saldrán pase lo que pase”, exclamó este martes (24/04) el primer ministro del Reino Unido Rishi Sunak en un discurso luego de se aprobara el controvertido proyecto de ley impulsado por el gobierno de deportación de inmigrantes ilegales a Ruanda.
Los inmensos flujos migratorios que agobian a los países europeos es una problemática compleja de abordar. El colapso de los sistemas fuerza a algunas naciones a adoptar la política de externalización a un tercer país “seguro”.
“El primer vuelo saldrá en 10 a 12 semanas. Por supuesto, es más tarde de lo que queríamos. Siempre dejamos en claro que el proceso llevaría tiempo. Si los laboristas no hubieren pasado semanas retrasando el proyecto de ley para tratar de bloquear por completo estos vuelos ya habríamos comenzado este proceso semanas hace semanas”, agregó Sunak.
Fuentes del Ministerio del Interior dijeron que ya han identificado a un grupo de solicitantes de asilo con débiles derechos legales para permanecer en el Reino Unido que formarán parte del primer tramo que será enviado al este de África en julio, según The Guardian.
El Reino Unido y Ruanda firmaron un acuerdo en abril de 2022 para transferir a algunos inmigrantes ilegales que llegaran al Reino Unido al país de África Oriental, donde se procesarían sus solicitudes de asilo «para frenar los barcos». Sin embargo, aún no se ha enviado a nadie al país porque el plan estaba siendo impugnado por los tribunales.
Ya se han pagado más de 140 millones de libras al gobierno de Ruanda y el gobierno se ha negado a revelar un mayor desglose de los costos del plan y de los honorarios legales, de acuerdo al diario británico. Sin embargo, según la Oficina Nacional de Auditoría, el acuerdo costará 1,8 millones de libras esterlinas por cada uno de los primeros 300 deportados.
El ministro del Interior, James Cleverly, dijo que era un «momento histórico en nuestro plan” de detener las pequeñas embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha. En 2023, 12 murieron en esta ruta migratoria, según la prefectura marítima francesa. Ese mismo año, 29.437 alcanzaron las costas inglesas, frente a los 45.774 que lo consiguieron en 2022, cuando se registró un récord de llegadas. A finales de junio de 2023, más de 175.000 personas estaban esperando una respuesta a su solicitud de asilo; un 44% más que en 2022.
De hecho, al menos 5 migrantes, entre ellos un niño, murieron en la madrugada de este martes (23/04) en el norte de Francia al intentar cruzar el Canal de la Mancha camino a Reino Unido, indicó una fuente policial francesa.
“La ley impedirá que las personas abusen de la ley utilizando afirmaciones falsas de derechos humanos para bloquear las expulsiones. Y deja claro que el parlamento del Reino Unido es soberano, lo que otorga al gobierno el poder de rechazar medidas de bloqueo provisionales impuestas por los tribunales europeos”.
“Prometí hacer lo necesario para despejar el camino para el primer vuelo. Eso es lo que hemos hecho. Ahora estamos trabajando día tras día para que los vuelos despeguen”.
Polémica en Reino Unido
Varias sentencias judiciales y críticas dentro del propio partido conservador han cuestionado y reprobado el proyecto de ley. El tribunal supremo del Reino Unido el año pasado encontró que existía un riesgo real de que los refugiados deportados tuvieran sus reclamos en el país de África oriental evaluados erróneamente o fueran devueltos a su país de origen para enfrentar persecución.
Organizaciones de derechos humanos y ciertos expertos en materia migratoria que rechazan la externalización a un 3er país seguro, opinan que existen riesgos para la implementación de las normas de asilo y derechos humanos, que no se garantizan condiciones y trato dignos a las personas acogidas en los centros, y que no se especifican qué sucede con quienes deben ser devueltos.
Denisa Deli, directora de promoción del Comité Internacional de Rescate del Reino Unido, condenó: “Independientemente de la aprobación hoy del proyecto de ley sobre la seguridad de Ruanda, enviar refugiados a Ruanda es un enfoque ineficaz, innecesariamente cruel y costoso».
“En lugar de subcontratar sus responsabilidades según el derecho internacional, instamos al gobierno a que abandone este plan equivocado y, en cambio, se centre en ofrecer un sistema de inmigración más humano y ordenado en su país”.
Cabe destacar que el proyecto de ley permite impugnaciones si un detenido se enfrenta a un “riesgo real, inminente y previsible de sufrir daños graves e irreversibles si es expulsado a Ruanda”.
Como Sunak, Giorgia Meloni entiende que no basta “la redistribución de las llegadas basado en principios compartidos de asilo y migración y costos de gestión compartidos” sino que la única forma es detener o desalentar las salidas ilegales desde África.
En este escenario delicado Giorgia Meloni el año pasado firmó un acuerdo con el primer ministro albanés Edi Ramaque que contempla el traslado de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por barcos italianos a centros de asilo del país vecino.
El proyecto estipula que Albania podrá recibir hasta 36.000 solicitantes de asilo al año. Cabe destacar que los niños y las mujeres embarazadas quedarán excluidos de este proyecto y no podrán ser enviados a estos centros.
En un primer momento se creía que, a diferencia de Reino Unido, el acuerdo italiano-albanés debía ser examinado por la Unión Europea, que evaluaría su admisibilidad. Sin embargo, la UE dijo que el acuerdo alcanzado entre Italia y Albania para externalizar la tramitación de las solicitudes de asilo no infringe la legislación de la UE porque queda «fuera» de su ámbito de aplicación.
En febrero de 2024, el parlamento de Albania ratificó el acuerdo. Tal vez la aprobación de la iniciativa de Sunak acelere el proceso de deportación en Italia.