Este jueves (18/4) dos espías rusos, ciudadanos con doble nacionalidad germano-rusa han sido arrestados en el sur de Alemania sospechosos de planear ataques de sabotaje a instalaciones militares estadounidenses.
Según medios locales, los dos, identificados como Dieter S. y Alexander J. en consonancia con las normas alemanas de privacidad, fueron detenidos en la ciudad bávara de Bayreuth.
Dieter S, supuestamente de 39 años, está acusado de “conspirar para provocar un ataque explosivo e incendio provocado, actuar como agente con fines de sabotaje y recopilar información de inteligencia que ponga en peligro la seguridad en instalaciones militares”. La investigación de inteligencia alemana reveló que había estado desarrollando planes de sabotaje en Alemania desde octubre de 2023.
Según los fiscales, el sospechoso reconoció su tentativa de realizar ataques con explosivos e incendiarios contra infraestructuras militares y emplazamientos industriales, con la intención explícita de “socavar el apoyo militar proporcionado por Alemania a Ucrania”.
Con la ayuda de Alexander J., Dieter S. comenzó a recopilar información sobre los objetivos potenciales, y tomó fotografías y vídeos de transportes e instalaciones militares. Su principal blanco era el emplazamiento militar estadounidense Grafenwöhr en Baviera, donde USA entrena a las tropas ucranianas.
Asimismo, Alemania es el segundo mayor proveedor de armas a Ucrania y alberga algunas de las bases militares estadounidenses más grandes del mundo, que desempeñan un papel crucial en la organización del flujo de ayuda militar a Kiev, según WSJ.
También las autoridades alemanes sospechan que Dieter S. se unió como combatiente a una unidad formada prorrusa de la “República Popular de Donetsk”, una milicia separatista patrocinada por el krmelin en la región oriental ucraniana de Donbas, entre diciembre de 2014 y septiembre de 2016.
Alemania vs. Rusia
Alemania se ha convertido en el principal objetivo de los esfuerzos clandestinos de Moscú para frustrar el apoyo occidental a Ucrania. Si bien ha tomado medidas drásticas contra las actividades de espionaje ruso en el país desde el la ivasión de Moscú a Ucrania hace dos años, expulsando a decenas de diplomáticos rusos y cerrando cuatro de los cinco consulados rusos, las detenciones recientes sugieren que Moscú ha reconstruido parte de su red clandestina.
En marzo la editora jefe del grupo mediático Rossiya Segodnya y del canal de televisión RT, Margarita Simonyan, en base a datos de la inteligencia del kremlin, publicó en la red VKontakte el texto completo de una supuesta conversación entre altos oficiales de la Bundeswehr (FFAA de Alemania) sobre un posible ataque al puente de Crimea con misiles de crucero furtivo de largo alcance Taurus.
Alemania se encuentra en una situación muy complicada. Estamos hablando de que empleados de un departamento militar extranjero planeaban ataques terroristas contra una instalación estratégica en territorio ruso en guerra.
No es el primer caso de espionaje. WSJ recordó que en marzo, “los fiscales acusaron a un oficial de carrera que trabajaba en una agencia de adquisiciones militares alemana de ofrecer voluntariamente información secreta a diplomáticos rusos”. Y también “el año pasado, un oficial de reserva alemán de 66 años fue condenado por pasar información a la inteligencia militar rusa durante años”.
En Alemania viven 3,5 millones de rusoparlantes. Berlín en varias ocasiones dejó trascender su preocupación por intentos del kremlin de influir en ellos a través de propaganda y contacto directo a través de las representaciones diplomáticas de Moscú.