Guerra en Ucrania: 50 mil rusos ‘cayeron como moscas’, Kiev sin reservas y un viejo intento de paz

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Los gobiernos de Ucrania y Rusia, cuatros días después de entrar oficialmente en reyerta tras la invasión rusa de 28 de febrero del 2022, habrían mantenido conversaciones en secreto para un ‘tratado de paz’, así lo especifica el periódico de investigación Foreign Affairs y el medio ruso opositor a Putin, Meduza.

Según dichas agencias de noticias, ambas partes se habrían reunido en Bielorrusia, país aliado de Vladimir Putin, el 28 de febrero de 2022 (cuatro días después del inicio de la invasión): Rusia habría propuesto al inicio, la rendición de Ucrania, pero luego se tornó menos exigente, incluso estuvo abierta a negociar la paz.

Volodymy Zelensky, Emmanuel Macron y Vladimir Putin | Foto de archivo

Volodymy Zelensky, Emmanuel Macron y Vladimir Putin | Foto de archivo

Casi que Rusia y Ucrania acuerdan la paz en Crimea

Según Foreign Affairs, el texto del documento, que oficialmente se titulaba “Disposiciones básicas del Tratado sobre Garantías de Seguridad para Ucrania”, fue consolidado principalmente por Ucrania, pero Rusia acordó con ellos que lo usarían como base para un tratado futuro, asumiendo de esta manera un compromiso de paz.

El comunicado y el pacto entre ambos países que jamás salió a la luz, hasta ahora, hablaba de que Ucrania se asumiría como un Estado neutral y libre de armas nucleares, así como también se comprometía a no unirse a alianzas militares (¿tal como la OTAN?) y a no permitir el despliegue de tropas extranjeras en su jurisdicción.

Sin embargo, el borrador del proyecto de acuerdo no detallaba una expresa prohibición de que Ucrania se uniera a la Unión Europea.

Tanques rusos destruidos en las calles de Buchi, 3 de abril de 2022

Tanques rusos destruidos en las calles de Buchi, 3 de abril de 2022

Pero sí poseía una clausula “sorprendente”, lo que Foreign Affairs acaba de revelar: el documento contenía un compromiso entre Rusia y Ucrania que sugería que resolverían la disputa territorial en Crimea durante los próximos 10 a 15 años y mediante negociaciones pacíficas.

El amague de Ucrania a unirse a la OTAN como detonante

En la cuenca de Donbass, en el 2014, hubo una guerra entre pro-separatistas rusos y nacionalistas ucranianos que comenzó con la toma de las ciudades ucranianas de Slóviansk, Kramatorsk y Druzhkivka de parte de milicias del Kremlin. Tal jurisdicción ucraniana con rusosparlantes, estaba ocupada hacia tiempo por tropas del Kremlin. Años más tarde, Vladimir Putin efectuó un dudoso plebiscito que inauguró dos repúblicas rusas allí; Donestsk y Lugansk.

El informe de la agencia de noticias rememora que después de la anexión en 2014, Rusia afirmó repetidamente que la cuestión con Crimea estaba “finalmente cerrada”, pero “al ofrecer negociaciones sobre su estatus, el Kremlin admitió tácitamente que no era así”.

Dicho de otro modo, según sugieren Foreign Affairs Meduza, la invasión de Rusia a Ucrania del 2022 hubiese sido una guerra relámpago si Zelenski deponía su actitud de pretender unirse a la UE: ya que Putin tenía sólo el fin de presionar a Kiev para que claudicará en su intención de unirse al bloque Occidental.

Es posible que Putin hubiera estado dispuesto a reducir sus pérdidas [y detenerse] si se cumplía su demanda más antigua: que Ucrania abandone sus planes de unirse a la OTAN y no estacione tropas de la alianza en su territorio

Soldados rusos se alinean durante una ceremonia de apertura del monumento a los militares rusos muertos durante el conflicto Rusia-Ucrania, en Eupatoria, Crimea, el 22 de febrero de 2024 [Alexey Pavlishak/Reuters]

Soldados rusos se alinean durante una ceremonia de apertura del monumento a los militares rusos muertos durante el conflicto Rusia-Ucrania, en Eupatoria, Crimea, el 22 de febrero de 2024 [Alexey Pavlishak/Reuters]

Rusia en ‘son de paz’

En ese sentido, la guerra en Ucrania le dio grandes dolores de cabeza al presidente ruso Vladimir Putin, en términos de que éste ha tenido que destinar varios puntos del PBI de Rusia en financiar a sus tropas y a su Defensa ante la amenaza latente de la OTAN. También, por los 50 mil soldados rusos que han perecido en las trincheras ucranianas, según lo reveló el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de USA.

Ahora bien, las negociaciones entre Ucrania y Rusia -desde el día de la invasión rusa-, continuaron en abril de ese año, incluso luego de que salieran a la luz los crímenes del ejército ruso en Bucha.

Foreign Affairs comparó los acuerdos del 12 y 15 de abril (estos fueron los últimos borradores intercambiados entre los negociadores) y encontró que las partes no llegaron a un punto en común en temas clave de seguridad en ese momento.

Es decir, si la versión original decía que en caso de un ataque a Ucrania, los estados garantes (incluida Rusia) decidirían independientemente brindarle asistencia militar, entonces en la versión del 15 de abril, Rusia agregó el requisito de que esto se hiciera «en sobre la base de una decisión acordada”, es decir, Moscú podría bloquear la prestación de dicha asistencia, así lo especifica Meduza sobre el informe de Foreign Affairs.

El presidente de Ucrania y su homólogo ruso

El presidente de Ucrania y su homólogo ruso

Asimismo, Ucrania y Rusia no se pudieron de acuerdo sobre el tamaño del Ejército y la cantidad de armas/municiones que Ucrania podría tener después del final de la guerra, ni tampoco de la firma de un tratado de paz. Kiev insistió en que quería una cifra de 250.000 militares, mientras que Moscú aceptó sólo darle 85.000.

Como señala Foreign Affairs, las negociaciones entre ambas partes fracasaron a mediados de mayo de 2022. Según una versión, apoyada por las autoridades rusas, Ucrania abandonó el acuerdo por la intensa presión del Occidente, con la esperanza de ganar en el campo de batalla, porque creía que iba a recibir una ‘lluvia’ de financiación y armamentos de parte de la OTAN: pero luego USA se vio bloqueada en financiarlos por la reticencia de los republicanos de la Cámara y también porque debió salir al rescate de las fuerzas de Israel en la contienda con Hamás.

Según la publicación, una de las razones del fracaso fue que los negociadores “antepusieron el carro del orden de seguridad de posguerra al caballo del cese de hostilidades”, es decir, se centraron únicamente en las cuestiones a largo plazo sin discutir la urgencia de un alto el fuego, la retirada de tropas y la creación de corredores humanitarios.