En conmemoración del misterio de la Anunciación, hoy los argentinos celebramos el Día Mundial del Niño Por Nacer. Esta festividad, instituida en Argentina desde 1998, resalta la importancia de proteger la vida del niño por nacer desde su inicio en el vientre materno, promoviendo un análisis interdisciplinario propio de la bioética.
Argentina celebra la vida desde la concepción
El Día Mundial del Niño Por Nacer, establecido en Argentina el 25 de marzo, marca el compromiso del país con la protección y la promoción de la vida desde su concepción. Esta fecha conmemora el misterio de la Anunciación en la que, según el relato bíblico, el arcángel Gabriel le anuncia a la Virgen María que llevará en su vientre a Jesucristo, el Hijo de Dios (Lucas 1:26-38). Así, esta efeméride refuerza algunos valores como la inviolabilidad, sacralidad, dignidad e irrepetibilidad de la vida humana.
En 1998, el ex presidente Carlos Saúl Menem instituyó este día mediante el decreto 1046, en el cual ratificaba el compromiso asumido en la reforma constitucional de 1994 de conmemorar, promover y defender la vida humana desde su inicio en el vientre materno. Argentina se convirtió de esta forma en la primera nación en reconocer esta festividad.
La celebración resalta la importancia de la mujer embarazada en el destino de la humanidad, propiciando un análisis interdisciplinario propio de la bioética en su vertiente personalista. Además, se recogen los principios de inviolabilidad, sacralidad, dignidad e irrepetibilidad de la vida humana, considerando el derecho a la vida como una emanación de la ontología propia de la naturaleza humana.
Protegiendo los derechos fundamentales del niño por nacer
La celebración del Día Mundial del Niño Por Nacer coincide con la incorporación en el texto constitucional argentino de tratados internacionales de derechos humanos que reconocen y protegen el derecho a la vida desde la concepción. En este sentido, la Ley Nacional 27.610 de legalización del aborto es considerada inconstitucional, ya que contradice estos principios y desconoce el carácter de persona del niño por nacer.
Es fundamental que el Estado brinde protección integral y eficiente tanto al niño por nacer como a su madre, además del auxilio oportuno y la debida asistencia en beneficio de aquellas personas -nacidas o por nacer- que se encuentran en una situación de especial desprotección.
Por ello, se hace necesario trabajar en normativas coherentes que reconozcan derechos sin vulnerar otros, especialmente para aquellas personas que se encuentran en condición de extrema vulnerabilidad como lo son los niños por nacer y reivindicar en esta fecha su humanidad, su vida y sus derechos humanos fundamentales.