Coliseo deformado: Italia a la caza del turista que lo vandalizó

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Sea por amor, por ideales o por mera búsqueda de atención, cientos de personas se abocan a la destrucción del patrimonio cultural mundial sin llegar a comprender que ponen en riesgo su existencia. Italia, harta y preocupada de la peligrosa tendencia creciente, va a la caza de aquellos irresponsables que la practican.

Un joven turista, necio y limitado, podrá enfrentar un multa de al menos 15.000 euros y hasta 5 años de prisión tras grabar su hombre y el de su novia en una de las paredes del Anfiteatro Flavio -famosamente conocido como Coliseo- una de las atracciones turísticas más relevantes del globo e indudable legado histórico y cultural.

El insensato turista ni siquiera se le ocurrió utilizar una tiza o algún instrumento reversible para dejar su «huella» de amor en el Coliseo sino que decidió tallar su identidad y la de su pareja con una objeto punzante: una llave. Claro, la idea es que su nombre pase a la posteridad.

Si bien aún las autoridades no identificaron al vándalo, las redes ya lo escracharon por lo que su escape a la inminente sanción italiana es imposible.

Así, uno de los monumentos más icónicos del mundo, que está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es una de las siete maravillas del mundo moderno, volvió a sufrir otro ataque, entre los que lamentablemente se registran la rotura de los ladrillos que algunos visitantes luego secuestran como “souvenir”, y la inscripción de rayas extrañas en sus paredes que conforman la estructura del bien cultural.

En 2014 un precursor turista ruso talló su inicial en un ladrillo del Coliseo con una piedra afilada. En aquella ocasión, un vigilante de seguridad le pilló en el acto y sufrió una multa de 20.000 euros y una condena de 4 meses de prisión por vandalismo.

La estupidez trasciende las fronteras y a veces parece indomable. Otro correligionario irlandés en 2020 fue detenido por la misma causa.

Reciente ataque con distinta causa pero con daño patrimonial en la Fontana di Trevi a 3 km del Coliseo.

Reciente ataque con distinta causa pero con daño patrimonial en la Fontana di Trevi a 3 km del Coliseo.

La limitación cultural e histórica de aquellos activistas es bastante preocupante. Los tortolitos y los activistas piensan que su defensa de un noble ideal, sea ecologismo o amor, justifica el atentado contra el patrimonio cultural. Esta tendencia cancelatoria es peligrosa porque pervierte el significado y calidad de los legados culturales, poniendo en riesgo su existencia. Además desconocen o eligen, al cometer el acto, ignorar que la restauración de las grandes obras cuesta millones de euros.

Hace poco, un grupo de activistas del movimiento Ultima Generazione vertieron un líquido negro, como una especie carbón vegetal, sobre una de las mayores fuentes monumentales del Barroco en Roma, punto turístico relevante en la capital italiana: la Fontana Di Trevi.

Multas y prisión

Harta y preocupada de los ataques al patrimonio cultural por progre activistas y estúpidos turistas, Italia los castiga con multas altísimas y prisión.

El Consejo de Ministros de Italia a mediados de abril, aprobó un proyecto de ley contra los destructores que «manchan» el patrimonio cultural . El texto prevé sanciones en caso de «destrucción, dispersión, deterioro, desfiguración, ensuciamiento y uso ilícito de bienes culturales o paisajísticos» de hasta 60.000 euros y prisión hasta 5 años.

“Considero muy grave, indigno y una señal de gran descortesía, que un turista arañe uno de los lugares más famosos del mundo, un patrimonio histórico como es el Coliseo, para grabar el nombre de su prometida”, dijo el Ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano “Espero que quien haya hecho este gesto en el Anfiteatro Flavio sea identificado y sancionado de acuerdo con nuestras leyes”.

“Es verdaderamente un gesto incivilizado y sin sentido desfigurar con llaves el Coliseo, un símbolo de Roma y Patrimonio de la Humanidad. Condenamos enérgicamente este comportamiento bárbaro que ofende a toda la ciudad y al mundo entero «, expresó el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri . “Espero que el responsable sea sancionado como se merece”.