Fentanilo, la droga que produce muerte y zombies

Comparte si te ha gustado

Los Estados Unidos de Norteamérica están viviendo en carne propia un altísimo deterioro social a causa del consumo de una droga conocida como Fentanilo o droga zombie. Si bien la situación no es nueva, sino que lleva manifestándose desde los 90, se puede aseverar que, con datos recientes, cada día 200 personas mueren en las calles por sobredosis de fentanilo.

Las fronteras en EEUU atestadas de migrantes indocumentados espejan el caos que viven los países no emergentes, especialmente de Latinoamérica. La laxitud con la que se aplican las políticas migratorias, la reciente caída del Titulo 42, que fuera erigido en contexto de la pandemia por el Covid 19, ha generado cada día un mayor número de ingresantes sin destino fijo, que se convierten el homeless. Sumado a ello, hay una sostenida expulsión, desde los grandes conglomerados urbanos, de personas que no consiguen emplearse y estabilizarse económicamente hacia zonas de temperaturas más benignas, donde el ser homeless no está emparentado necesariamente con la muerte.

El fentanilo surgió en 1959 como un analgésico “capaz de parar a un elefante”, en palabras de Paul Janssen, el investigador y fundador de la farmacéutica que lo desarrolló. Su uso médico se extendió en Europa y Norteamérica en los años sesenta. Estados Unidos lo legalizó en 1968, y los parches de fentanilo facilitaron su uso en los noventa. Sin embargo, la otrora solución “esperanzadora” para el dolor se volvió una causa de la epidemia de sobredosis que ha azotado a Estados Unidos en la última década. En 2021, más de 70.000 personas murieron por sobredosis de opioides sintéticos, la gran mayoría por fentanilo.

Fentanilo

Fentanilo

Esta droga es adictiva y fácil de producir. También se mezcla con cocaína en China o México y se vende de manera ilegal en Estados Unidos imitando medicamentos como el Adderall o el Xanax. Provocó 58 sobredosis masivas y veintinueve muertes entre 2021 y 2022 en al menos siete ciudades, como Omaha o Austin. En particular, el fentanilo se ha cebado con la población joven. Según un estudio del Washington Post, fue la principal causa de muerte en estadounidenses de entre dieciocho y 49 años en 2022.

Áxel Maroño, desde El Orden Mundial publicó en una extensa nota, que «muchas ciudades de Estados Unidos azotadas por la pandemia ahora enfrentan dos amenazas a su futuro como polo económico del país. Por un lado, las muertes por sobredosis sobre todo de fentanilo, que han batido récords en Nueva York. Por otro, la crisis de vivienda, que ha disparado los alquileres en Miami casi un 60% desde la pandemia y el número de personas sin hogar. Además, la ola de despidos en las empresas tecnológicas y el teletrabajo han vaciado edificios comerciales. “La gente va a venir en masa a Nueva York”, dijo el entonces alcalde Bill de Blasio antes de la reapertura en 2021. Sin embargo, las ciudades incluso podrían estar perdiendo habitantes».

En ese mismo sentido, la misma fuente cita que «las ciudades estadounidenses también enfrentan un escenario económico incierto tras la pandemia. Los alquileres se han disparado en ciudades como Nueva York, donde los propietarios pueden aumentar los precios cada año. Esto ha puesto fin a los covid deals, alquileres baratos por la pandemia, y ha empujado a las clases trabajadoras fuera de sus fronteras. El alquiler medio en Manhattan, por ejemplo, superó los 5.000 dólares el año pasado por primera vez en su historia, una cantidad inasumible en una ciudad con un salario mínimo de quince dólares la hora. Es decir, 2.400 dólares mensuales por cuarenta horas de trabajo».

A su vez, la alta presión habitacional y la falta de vivienda pública están detrás del aumento de personas sin hogar, un reto exacerbado por la escasez de albergues sociales. Más de 69.000 personas no tenían un hogar en 2022 en Los Ángeles, según la autoridad encargada, mientras que en diciembre del año pasado casi el mismo número de personas durmieron en un albergue público en Nueva York. “Nos encontramos en una crisis de personas sin hogar, y el factor determinante es la falta de vivienda asequible”, aseguró en 2021 el actual alcalde de Nueva York, Eric Adams, cuando presidía el barrio de Brooklyn.

El efecto es multiplicador y se replica en otros Estados. Las calles de los icónicos paseos ya no son seguras y las ciudades zombies emergen entre los pocos vivos que se atreven a surcarlas.