Escándalo en Ituzaingó: Orgías y tríos sexuales secretos

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La tranquila localidad de Ituzaingó, en la provincia de Buenos Aires, fue testigo de una situación insólita que dejó a todos boquiabiertos. En medio de su aparente rutina gastronómica, un restaurante conocido como «Swap» escondía un oscuro secreto que ha dejado a la comunidad impactada.

El pasado lunes 08/05, al caer la tarde, se desató un operativo inesperado que culminó con la clausura del establecimiento ubicado en la colectora norte de Acceso Oeste, sobre la calle Presidente Perón al 9600, en Parque Leloir. Lo que llamó la atención de las autoridades fue el hecho de que este lugar tenía la habilitación para funcionar como un comercio gastronómico, pero su verdadera actividad estaba lejos de la inocencia culinaria.

El funcionario encargado de Gobierno y Seguridad de Ituzaingó, Juan Manuel Álvarez, brindó detalles sobre la intervención: “Fuimos dos veces y estaba cerrado. En el medio hubo denuncias de vecinos, entramos a las redes sociales, miramos de lo que se trataba y decidimos armar un operativo”.

El momento de la verdad llegó cuando los agentes municipales ingresaron al recinto. Fue entonces cuando se encontraron con un lugar destinado a encuentros sexuales y el intercambio de parejas, una actividad que está terminantemente prohibida en ese distrito. Sorprendidos, observaron camas estratégicamente ubicadas, sillones sugestivos, caños de baile, y habitaciones separadas por cortinas y paneles de durlock. Pero eso no era todo, ya que los carteles con inscripciones como «trío» y «parejas» confirmaron las sospechas de las autoridades.

“Queremos que en esa zona haya bares y restaurantes, lugares de esparcimiento. De ninguna manera, este tipo de actividad”, indicó Álvarez.

Adicionalmente, durante la inspección exhaustiva llevada a cabo en el «establecimiento gastronómico», se descubrieron otras irregularidades notables. Entre ellas, se constató la ausencia de matafuegos, el incumplimiento de medidas anti siniestros, la ausencia del informe final de bomberos, entre otras cosas.

El juez de faltas encargado de este caso es Sergio Farías, quien ocupa la posición de titular en el juzgado de faltas N.º 2 de Ituzaingó.

En un intento por ocultar su verdadera naturaleza, el local también contaba con una gran cantidad de preservativos y diversos artículos de uso sexual, evidenciando que estas prácticas eran una constante en aquel lugar. La situación no podía pasarse por alto, y el martes siguiente, el propietario se presentó ante las autoridades y admitió las infracciones cometidas. Actualmente, el local permanece sellado con cintas de clausura y el futuro del propietario está en suspenso, ya que, en caso de ser encontrado culpable, se enfrentará a una multa considerable.

El escándalo en Ituzaingó ha abierto un debate sobre la tolerancia y los límites de las prácticas sexuales en el ámbito público. Aunque las opiniones difieren, es evidente que la sociedad debe reflexionar sobre estos temas y encontrar un equilibrio entre el respeto a las libertades individuales y el cumplimiento de las normas establecidas en beneficio de la convivencia comunitaria.