Luego de tres meses en el extranjero, el ex presidente Jair Bolsonaro retornó a Brasil desde los Estados Unidos, recibido por el fanatismo a flor de piel de sus simpatizantes que piden la redención del Partido Liberal en las urnas. Los seguidores de Bolsonaro entonaron el himno nacional mientras aguardaban su regreso, pero se fue por la puerta chica, no haciendo contacto con sus fans en el aeropuerto. «¿Dónde voy a abrazar a mi presidente?», soltó una ama de casa en esa espera que desespera. El vuelo de la aerolínea Gol procedente de Orlando, con el líder opositor abordo, aterrizó a las 6:37 (09:37 GMT) en el aeropuerto de Brasilia. El ex mandatario no salió por el vestíbulo principal del aeropuerto, sino más bien por un pasillo que da al hangar de la Policía Federal. La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal preparó para la ocasión con un esquema de seguridad específico.
“Estoy pensando que es genial que esté nuevamente en nuestros brazos y lo vamos a llevar nuevamente a la Presidencia”, declaró una militante bolsonarista llamada Tania a Folha de S. Paulho.«Él motivó mucho el agronegocio, pequeños y grandes [empresarios]. Tenemos que apoyarlo. Su tierra está aquí, gane o pierda, se tiene que quedar aquí en Brasil», dijo a Folha otro simpatizante que aguardaba su presencia en el vestíbulo central del aeropuerto, llamado Fernando Orlandi, un joven empresario de 30 años que cargaba a su hijo en brazos.
Tras la asunción de Lula Da Silva, Bolsonaro huyó despavorido a EE.UU con el miedo latente de un posible pedido de indagatoria judicial pese a que no existe una imputación formal en su contra, por el asalto a la sede de los Tres Poderes que puso en jaque la transición democrática, y por el escándalo del regalo de las joyas de Arabia Saudita a su familia, como un claro contrabando. «Fijo la competencia del Supremo Tribunal Federal para procesar y juzgar los crímenes del 8 de enero, independientemente de que los investigados sean civiles o militares”, sostuvo el magistrado supremo, Alexandre de Moraes en febrero.
El mesías de la Derecha, acudió a un acto de bienvenida en la sede del Partido Liberal, más tarde, al que se afilió al 2021 después de retirarse como Capitán del ejército. “Es una gran satisfacción estar entre ustedes. [Me quedé] 3 meses, incluso gané un poco de peso, pero me dio una mejor vista de nuestro país desde afuera. Es una experiencia de aprendizaje, un seguimiento de lo que sucede aquí”, justificó Bolsonaro su estadía en USA -frente a sus pares congresistas-:
Recordemos que el 30 de diciembre Bolsonaro partió a USA en un avión de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña) no sólo para borrarse en medio del intento de golpe sino para no estar presente en el traspaso de la banda presidencial a Lula, cual capricho de personalismo. Aunque formalmente no anunció que encabezará la Oposición a Lula, aseveró en declaraciones a la CNN que participará en su partido «como una persona experimentada durante 28 años en la Cámara, cuatro como presidente, dos como concejal y 15 en el Ejército, para colaborar con quienes así lo deseen».