«Gemelo parásito» extraído del cerebro como un feto vivo

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Un caso clínico atípico conmocionó a los profesionales de la Salud de China: una criatura tuvo que ser sometida a una cirugía craneal de extrema alta complejidad para retirarle el cadáver de su gemela. La Universidad de Fudan en Shangái expuso en la revista Neurology, esta intervención quirúrgica que le quitó un “gemelo parásito” a una beba de 1 año. El Trastorno de Gemelos Parásitos que sucede en caso de gemelos unidos o potencialmente siameses, cabe destacar que acontece cuando uno de ellos, o sea el gemelo parásito o heterópago, presenta un cuerpo exponencialmente más pequeño que su homólogo, y entonces el organismo de su hermano se lo fagocita. Comúnmente, hay evidencia clínica de gemelos parásitos onfalópagos enquistados en la cavidad abdominal del huésped; gemelos parásitos dípigos o pigomelia que presentan duplicación de extremidades (cuatro piernas) y gemelos parásitos craniópagos, que tienen la cabeza unida a la de su hermano.

Pero, solo existen 200 casos clínicos registrados, siendo 18 a nivel craneal. Ahora bien, en la mayoría de los casos de «fetus in feto», el gemelo que resulta ser absorbido sigue su curso evolutivo al interior del organismo hermano.

Con respecto a la beba de 1 año, la neonata estaba siendo tratada en un hospital de China por un retraso madurativo (en el desarrollo y a nivel motoro), hidrocefalia, somnolencia y convulsiones. Luego una tomografía computarizada determinaría que en su cráneo yacía el feto de su gemelo, de 10 centímetros, con extremidades, huesos y uñas, que mostraba claros indicios de desarrollo.

“Los estudios revelaron que el feto contenía una columna vertebral y dos huesos de la pierna, concretamente el fémur y la tibia, junto a “brotes” en forma de extremidades superiores y dedos”, reveló especialista Oren Gottfried de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, a través de su cuenta oficial de Twitter.

Un anterior hecho análogo ocurrió en Tailandia en el 2017. Según determinaron las ecografías uterinas, el cráneo de una niña no nacida contenía otros tres fetos con órganos del sistema digestivo, respiratorio y nervioso muy evolucionados, y dichos embriones sobrevivían alimentándose de los nutrientes de la niña a través de una arteria y vena.