Preocupa una bacteria que no está respondiendo a antibióticos

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Ninguno de los cinco antibióticos más comunes para tratar la bacteria llamada Shigella, que causa diarrea, están funcionando, alertaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ( CDC) de Estados Unidos.

La enfermedad gastrointestinal que provoca el patógeno es desagradable y ocasionalmente requiere tratamiento, pero rara vez es fatal. En Argentina, por ejemplo, según datos del Ministerio de Salud de la Nación desde el 2010 al 2012 la bacteria fue la principal causante de las diarreas bacterianas.

Shigella causa diarrea disentérica, por lo que el revestimiento de los intestinos se inflama y daña.

Los signos son heces acuosas, con sangre y mucosidad. Las náuseas, los calambres estomacales y la fiebre a menudo acompañan. La mayoría de las infecciones se resuelven por sí solas en unos pocos días con reposo y líquidos.

Sin embargo, la mayor preocupación es la resistencia a antibióticos, principalmente en poblaciones vulnerables.

“Estamos viendo infecciones de Shigella resistentes a los medicamentos entre estas poblaciones vulnerables, y eso es preocupante”, dijo la médica Naeemah Logan, funcionaria de los CDC, a The New York Times (NYT).

Normalmente la infección pasa, el intestino sana y no habrá daños a largo plazo. Los bebés, los adultos mayores y las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados pueden correr un mayor riesgo de enfermarse gravemente y es más probable que requieran tratamiento, explica NYT.

Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), la bacteria es transmitida por la ruta fecal-oral, a través de alimentos contaminados o por contacto directo con personas infectadas.

En efecto, suele presentarse con mayor frecuencia en instituciones (escuelas, clubes, geriátricos, entre otros) y hogares con niños. La mayoría de los casos ocurren en niños menores de 10 años.

De acuerdo a la Anmat, los alimentos comúnmente asociados a la transmisión de la enfermedad son: agua de fuente no segura, verduras y frutas provenientes de huertas donde se utilizan aguas servidas para el riego, comidas que requieren mucha manipulación y sin cocción.

Resistencia

Para 2050, unos 10 millones de personas podrían morir en todo el mundo cada año a causa de la resistencia a antimicrobianos (antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios), de acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Se estima que las cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, llamadas superbacterias, fueron la causa de fallecimiento de 1,27 millones de personas en 2019, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoce como una de las principales amenazas para la salud global a corto plazo.

Por eso, no es raro que las cepas de Shigella no respondan a uno o dos de los medicamentos, pero la resistencia a los cinco es un problema nuevo, dijeron los CDC. En esas circunstancias, no existe ninguna opción de tratamiento recomendada.

“Esto no es lo que llamaríamos pan-resistencia”, que es cuando una cepa bacteriana es resistente a todo y no deja más opciones de tratamiento, explicó a NYT la médica Louise Francois Watkins, también funcionaria médica de los CDC.

Con todo, “hemos ido más allá de los límites de lo que se ha estudiado para Shigella».

El mal uso de antibióticos es lo que impulsa la resistencia de las bacterias. Los microbios que son susceptibles a los medicamentos mueren, mientras que los que han evolucionado para evadirlos sobrevivirán y se propagarán.

“Cuanto más usamos antibióticos, más bacterias se vuelven resistentes a ellos. Es un tipo de proceso evolutivo inevitable”, dijo Stephen Baker, profesor de microbiología molecular en la Universidad de Cambridge a NYT.

Para limitar la propagación se recomienda practicar una buena higiene de manos con jabón y agua tibia durante al menos 20 segundos después de ir al baño o cambiar pañales, antes de preparar alimentos y antes y después de tener relaciones sexuales.