¿Otro núcleo? Terremotos revelan secretos del centro de la Tierra

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A pesar de que el núcleo de la Tierra es un misterio, se ha especulado durante décadas la posibilidad de que esté conformado por distintas capas aún desconocidas. Ahora, las reverberaciones de terremotos que rebotan en el centro de nuestro planeta revelaron importantes hallazgos sobre su estructura.

La teoría predominante señala que la Tierra está conformada por una capa exterior llamada manto que, a su vez, rodea al núcleo externo: una capa de metal líquido de alrededor de 2.000 kilómetros de espesor que envuelve al núcleo interno de alrededor de 1.200 kilómetros de radio.

No obstante, se ha debatido mucho la existencia de un núcleo más interno, en el interior del núcleo interior. Dicha especulación nunca pudo ser demostrada.

Ahora, lo que hicieron los investigadores es observar las ondas de rebote que viajan hasta cinco veces a lo largo del diámetro de la Tierra. Al medir los tiempos diferenciales de viaje pudieron evidenciar la existencia de un núcleo interior más interno o IMIC, por sus siglas en inglés.

Este núcleo tendría casi 650 kilómetros de diámetro.

Explorar el centro de la Tierra es crucial para comprender cómo se forman y evolucionan los planetas.

«El núcleo interno de la Tierra, que representa menos del 1% de su volumen, es una cápsula del tiempo de la historia de nuestro planeta», dijeron los investigadores Thanh-Son Phm y Hrvoje Tkalcic de la Universidad Nacional de Australia.

Sin embargo, las inferencias geofísicas complican el sondeo hasta el centro de la Tierra. «Hasta donde sabemos, las reverberaciones de más de dos pasajes no han sido reportadas hasta ahora en la literatura sismológica», aclararon los autores.

Para detectar estas oscilaciones, el equipo registró las formas de onda cerca del sitio original del terremoto y en la antípoda, la posición directamente opuesta en la superficie de la Tierra.

En efecto, evidenciaron los múltiples viajes a través del centro de la Tierra. «Es como una pelota de ping-pong que rebota de un lado a otro», ilustró Pham.

Cada uno de los terremotos originales alcanzó una magnitud superior a seis, pero las ondas se debilitaron progresivamente a medida que pasaban por el núcleo de la Tierra.

De esta forma, descubrieron que las ondas viajaban de manera diferente a través del núcleo interno más interno que a través de la parte externa, explica una noticia en Nature.

El trabajo fue publicado en la revista científica Nature Communications.