China invierte y retroalimenta su proyecto de independencia aérea

Comparte si te ha gustado

La independencia aerocomercial en China ha pasado a ser una política de Estado inamovible en los últimos años. Con el avance del desarrollo de aviones enteramente chinos, el gigante asiático busca desprenderse de dependencias históricas con compañías occidentales que, tarde o temprano, son vehículos de sanciones internacionales.

En ese sentido, China celebró en las últimas horas un pedido millonario de Air China al fabricante Comac por al menos 100 unidades del avión comercial C919, ejemplar que aspira a competir con los populares Boeing 737 y Airbus A320. Se trata de un acuerdo entre dos empresas con fuerte influencia oficial, según informó el sitio especializado Transponder 1200.

La compra, que se extendería entre el año 2025 y el 2030 es uno de los tantos pedidos que china ha ido acumulando ante su rápido desarrollo. En total, Comac (Commercial Aircraft Corporation of China Ltd.) acumuló más de 1000 pedidos, casi todos en Asia.

Precisamente, uno de los puntos del plan chino es hacer pie en el mercado local y regional, para más adelante saltar a mercados emergentes de todo el mundo. Mientras tanto, el gigante asiático irá perfeccionando su productividad, a la cual incursiona por primera vez en toda su historia industrial.

China se retroalimenta

El pedido de la aerolínea estatal a la constructora estatal comprende un acuerdo que supera los 10.000 millones de dólares. Además, hay otras aerolíneas chinas que ya vuelan con dichos aviones, como China Eastern. Mientras tanto, la venta del C919 a mercados extranjeros corre un tanto más lento. Sin certificaciones del bloque occidental, los aviones de pasajeros chinos solo podrán tener participación en mercados que homologuen localmente los aparatos.   En cuanto a su construcción, los aviones de Comac todavía dependen en buena medida de componentes occidentales. Si bien la integración local avanza, piezas sensibles de aviónica y motores todavía son importados.