El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, quien juega un papel clave en las mediaciones con los gobiernos de Qatar y Egipto por el conflicto Hamás-Israel y en la liberación de los rehenes, aterrizó este miércoles (24/04) en China con el objetivo de presionar al gigante asiático en que cese el suministro de Inteligencia geoespacial a Rusia.
El avión del alto funcionario estadounidense llegó este miércoles a Shanghái, en donde inicia su visita oficial de tres días en China, que incluirá reuniones con autoridades, representantes y empresarios locales.
Tras ello seguirá Pekin, ciudad que será testigo de las conversaciones con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, en torno a la disputa sobre la Isla de Taiwán (a la que USA reconoce como soberana), la escalada de violencia en Medio Oriente y las relaciones comerciales con Rusia.
La agenda de Blinken durante su visita oficial a China abordará también “la cooperación en antinarcóticos, la comunicación entre militares, la inteligencia artificial y el fortalecimiento de los lazos entre pueblos”, según lo reveló la secretaría de Estado, pero también presionará al gobierno de Xi Jinping para que frene su apoyo a la industria de defensa rusa.
Recordemos que en noviembre pasado, el presidente chino Xi Jinping viajó a Estados Unidos en el marco de la cumbre Apec de San Francisco (Cooperación Económica Asia-Pacífico). El líder de China allí acordó con Joe Biden reanudar contactos militares bilaterales y tomar medidas energéticas contra las empresas que exportan productos químicos para fabricar el opioide sintético fentanilo, que se cobra más de 100.000 vidas al año en Estados Unidos.
China proporciona Inteligencia geoespacial a Rusia para su contienda en Ucrania
Estados Unidos está preocupada por la intensificación de las relaciones bilaterales entre China y Rusia: Pekín le suministra inteligencia geoespacial a Moscú para ayudarlo en su guerra en Ucrania.
El gobierno de Xi Jinping ha proporcionado a Rusia varias imágenes por satélite con fines militares, microelectrónica, máquinas/herramientas para tanques, óptica, nitrocelulosa y motores turborreactores, según indicó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson.
En ese sentido, la Alianza Atlántica liderada por USA estaría en el ‘ojo de la tormenta’ de Rusia, China e Irán no sólo porque financia al frente de Ucrania, al enviarle municiones y sistemas de autodefensa en su guerra con Vladimir Putin, sino porque también deslegitima y desautoriza al gobierno chino de Xi Jinping en su reclamo de soberanía sobre la isla de Taiwán, según lo advierten los analistas internacionales.
Al parecer, la alianza Rusia-China-Irán, pese a las diferencias étnico religiosas (uno es de fe católica ortodoxa, otro budista y otro musulmán chiita) han forjado una amistad comercial por el hecho de las duras sanciones impuestas por el Occidente en su sector energético/petróleo por la invasión en Ucrania y por respaldar financieramente a las milicias yihadistas del Golfo, tal como contó Urgente24.
Entonces Rusia e Irán no tienen más remedio que estrechar los lazos con Pekín, a quien ahora le venden su crudo. Y aunque China puede comprar petróleo de otros países, lo cierto es que obtiene un descuento de entre quince y treinta dólares sobre el precio mundial del crudo al comprar suministro ruso e iraní.
Caso Taiwán y prohibición de TikTok: imposible negociar
La visita oficial de Blinken a China ocurre luego de que el Senado de USA apruebe un proyecto de ley que obliga a la empresa china ByteDance a vender TikTok en un plazo de nueve meses, si no quiere que sea prohibida en Estados Unidos.
En marzo, el gobierno chino criticó abiertamente la “represión” de USA contra la aplicación de vídeos TikTok y la catalogó como “una táctica intimidatoria” que se acabará “volviendo contra”.
Antes de que Antony Blinken abordara el avión con destino a China, insistió con que Beijing realiza un “genocidio” contra la minoría musulmana uigur a la que persigue y sentencia a ser ‘reeducados’ en campamentos, porque los acusa de ser terroristas y ayudantes de al-Qaeda.
En cuanto a las diferencias sobre la Isla de Taiwán —China la considera parte de su territorio y no la reconoce como soberana mientras que USA la legitima como un país independiente— se mantienen las tensiones entre ambas potencias, no pudiendo llegar a un acuerdo sobre el tema.
Taiwán está ubicada a unos 120 kilómetros de la costa suroriental de China continental, que se percibe como un país independiente y democrático, pese a que nunca ha declarado oficialmente su autonomía.
Washington oficialmente, mediante la ONU junto con más de 180 países, reconoce diplomáticamente a Taiwán como país soberano desde 1979. Y se comprometió a ayudar a la isla a defenderse -en caso de una invasión-, convirtiéndose así en el principal proveedor armamentístico de Taipéi y en su eventual aliado militar en caso de una guerra con China.
De la vereda de enfrente de la coalición pro-Taiwán, está lógicamente Corea del Norte (en la misma disputa con Corea del Sur) y el gobierno comunista de China que, reafirma su soberanía regional en la Isla a través de ejercicios militares muy cerca de la frontera y de su Mar. Mientras tanto, los marines de USA y sus embarcaciones están ancladas en varios puertos de Taiwán, como una muestra de respaldo a Tapéi.