Los líderes de Europa y de la OTAN se ven cada día más arrastrados a la contienda entre Rusia y Ucrania, a tal punto que el premier húngaro Viktor Obrán considera que, de hecho, es su propia guerra.
«Primero se trató de enviar cascos, luego sanciones, después armas, tanques, aviones y ayuda financiera. Ahora estamos en torno a los 100.000 millones de euros, pero la situación no mejora. Estamos a un paso de que Europa envíe tropas a Ucrania», declaró Orbán.
En los últimos meses, soldados de la OTAN entraron en acción en Ucrania para controlar el armamento suministrado por el Occidente y entrenar a las tropas en Kiev, así lo reveló el diario El País. Los marines de USA y otras fuerzas del bloque han realizado ejercicios militares en la zona del Ártico, lindero a la Federación Rusa: la OTAN entró formalmente en la contienda.
Este run run que aún no ha sido oficialmente confirmado por la propia Alianza Atlántica (porque implicaría un ‘jaque mate’ de parte de Rusia) fue confirmado por el propio Vladimir Putin.
«Allí (en Ucrania) están presentes militares de los países de la OTAN. Lo sabemos. Allí oímos el habla francesa y la inglesa. En primer lugar, no hay nada bueno en esto para ellos mismos, porque allí mueren y en grandes números», dijo Putin hace algún tiempo, ante la prensa.
Incluso este viernes, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia dispone de información sobre la presencia de instructores franceses en Ucrania. El canciller ruso también recordó las polémicas declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron, quien sugirió que evalúa enviar tropas a Ucrania.
Emmanuel Macron, llamó hace algún tiempo a los aliados de Ucrania a no «ser cobardes». «La guerra ha vuelto a Europa», advirtió el presidente francés Emmanuel Macron en un discurso (05/03) en Praga, en medio del debate sobre el envío ‘oficial’ de tropas de la OTAN a Ucrania.
Orbán alertó a Europa de que «juega con fuego»
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, del ala conservadora y afín a sus pares ideológicos Donald Trump y Javier Milei, es evidentemente una ‘piedra en el zapato’ para la Unión Europea y la OTAN: con su visión pro-Kremlin, su nacionalismo acérrimo, su reticencia a financiar la guerra de Ucrania, su estrecha relación con Putin y su negativa a que Suecia-Finlandia entraran en el bloque, le han valido el mote de “leal al enemigo ruso”.
«Bruselas está jugando con fuego, lo que está haciendo es tentar a Dios», declaró Orbán este viernes, en alusión a que el Consejo Europeo arrastra al continente a la cornisa por asumir una posición en favor de Ucrania, en vez de ser neutral.
También añadió que «al principio, las guerras mundiales nunca se llamaron guerras mundiales», e insistió que Hungría se mantendrá al margen del conflicto para no ser «un peón en manos de las grandes potencias».