El norcoreano Kim Jong-un es de esos líderes ultranacionalistas y belicistas que no les basta presumir su arsenal militar en desfiles populares o simulacros de guerra sino que participan activamente en él como si fueran otro soldado más.
Al estilo del rey de la Edad Media, estuvo al frente en una primera línea de combate artificial al mando de un tanque.
El contexto es relevante. Del otro lado de la Península, Corea del Sur y Estados Unidos culminaron este jueves (14/3) sus grandes maniobras militares de primavera“ Freedom shield”, sus tradicionales juegos de guerra (simulaciones por ordenador y ejercicios de puesto de mando).
Los ensayos que empezaron el 4/3 incluyeron maniobras en tierra, mar y aire y llegaron a emplear como base situaciones en las que el objetivo era “responder a operaciones nucleares norcoreanas”.
Unos 300 efectivos norteamericanos y surcoreanos tomaron parte en el simulacro, que involucró tanques K1A2, vehículos acorazados K21, artillería autopropulsada K30 Biho o lanzapuentes blindados M60.
Respuesta de Kim Jong-un
Kim Jong-un adquirió una papel protagónico en la principal base militar del país y pidió intensificar las maniobras «para una perfecta preparación para una guerra» en el marco de los actuales ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y su aliado Estados Unidos.
La semana pasada el diario oficial norcoreano Rodong Sinmun publicó las fotos del mandatario sosteniendo un fusil.
Este jueves, Pyongyang respondió con un nuevo simulacro bélico durante el cual el líder norcoreano condujo un nuevo tanque de guerra.
Curiosamente la ganadora de estos juegos bélicos con fuego real fue la División Acorazada 105, famosa por ser la primera que entró en Seúl para hacer caer la ciudad en manos norcoreanas durante el inicio de la Guerra de Corea en junio de 1950. Sobre este punto, el mandatario oriental dijo que esta unidad fronteriza “tiene a Seúl en su rango de tiro”.
La prepotente Corea del Norte advierte que la tensión es tal en la Península frente a la alianza de Japón, Corea del Sur y USA que están al borde de la guerra atómica.
Las nulas relaciones entre Corea del Sur y del Norte están marcadas por una mayor hostilidad manifestada por el régimen de Kim Jong-un. Recientemente calificó al Sur como su principal enemigo y eliminó la meta de la reunificación de la Constitución.
Insaciable y paranoico, Kim Jong-un sigue aumentando los ensayos militares y las pruebas de misil balístico poderosos que justifica para reforzar su capacidad de defender la soberanía del país y prepararse para un eventual ataque contra las “fuerzas enemigas siniestras” que incluye a Japón, USA y Corea del Sur.
El 16 de marzo de 2023 Corea del Norte lanzó el misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-18, el de mayor alcance potencial de su arsenal y el más poderoso del mundo.
Además, es una de las 9 potencias nucleares oficiales junto con Rusia. Occidente sigue con suma preocupación el acercamiento norcoreano a Moscú con quién sellaron la alianza más destacable, y tal vez peligrosa que incluye acuerdos militares con armamento nuclear. Diversos medios ya han registrado y denunciado que Corea del Norte ha transferido miles de contenedores con equipamiento militar como rondas de artillería o misiles balísticos que el ejército ruso ha empleado contra Ucrania.