Gran polémica en Canadá tras la revelación de la sorpresiva relación entre una pareja de científicos espías (Xiangguo Qiu y Keding Cheng) que enviaban muestra de virus letales, entre ellos ébola, a China y la bióloga «mujer murciélago» del laboratorio de Wuhan, en el centro de la teoría de la fuga de Covid en la ciudad donde se originó la pandemia.
El hallazgo surge de un informe de 600 páginas publicado la semana pasada por los servicios de inteligencia canadienses que acusaron a la doctora Xiangguo Qiu de pasar información secreta al Instituto de Virología de Wuhan (WIV) sin informar a sus superiores.
En 2021 la pareja fue escoltada fuera de sus laboratorios en el Laboratorio Nacional de Microbiología en Winnipeg, Manitoba, en 2019 y luego despojada de sus autorizaciones de seguridad. Fueron despedidos en enero de 2021, según The New York Times.
El paradero actual de la pareja se desconoce. Algunos medios de comunicación canadienses han informado, basándose en fuentes no reveladas, que se mudaron a China después de ser despedidos.
En una declaración, Pierre Poilievre, el líder opositor conservador, dijo que «al gobierno chino y sus agencias, incluido el Ejército Popular de Liberación, se les permitió infiltrarse en el laboratorio de alto nivel de Canadá. Pudieron transferir propiedad intelectual sensible y patógenos peligrosos a la República Popular China«.
Polémica por más hallazgos
La investigación reveló nuevos detalles del espionaje y sus relación con los laboratorios de China.
Según Dailymail, “se cree que la científica china que fue expulsado de un laboratorio canadiense después de enviar por correo ébola vivo a China trabajó con la bióloga «mujer murciélago» , principal sospechosa en la teoría de la fuga de Wuhan.
Cabe recordar que en enero de 2019, Shi Zhengli reportó la aparición de un nuevo virus en Wuhan, pero su advertencia fue censurada por el gobierno chino. La microbióloga formó parte del equipo que publicó el primer estudio sugiriendo que el SARS-CoV-2 (coronavirus) venía de los murciélagos. De ahí el apodo.
La falta de pruebas del origen zoonótico del Covid 19 y del “huésped intermedio”, animal desde el cual el virus saltó al hombre, propició que un número de respetados especialistas pidieran investigar la posibilidad de que el virus no se haya originado naturalmente, sino que se haya fugado del Instituto de Virología de Wuhan, donde experimentaban con virus animales.
La mujer murciélago rechazó esas afirmaciones justificando que ninguna de las colegas del enfermó de Covid19. Pero sus investigaciones allí la ubican con la máxima sospecha. Allí se experimenta con la mayor colección de coronavirus de murciélago. El año pasado el jefe del FBI, Christopher Wray, dijo que lo más probable es que el virus se originara en un laboratorio del gobierno chino.
En ese laboratorio se llegaron a crear ocho virus similares al SARS-CoV-2 y que descubrieron que al menos dos de ellos eran muy infecciosos para el ser humano. Para los chinos es una heroína ya que su contribución científica ayudó a crear las vacunas, pero occidente la mira con recelo.
En 2023, misteriosamente cientos de páginas de información relacionadas con estudios llevados a cabo por el ultrasecreto Instituto de Virología de Wuhan fueron borrados junto con datos clave de la bióloga de primer nivel.
En la investigación surge otro nombre clave. Peter Daszak, el médico británico cuya organización benéfica estadounidense financió experimentos con virus animales en el laboratorio de Wuhan. Él también formó parte del equipo de la OMS que viajó a Wuhan para investigar el origen del Covid.
Éste ha enfrentado preguntas del Congreso de USA sobre los fondos federales que envió al laboratorio de Wuhan y el trabajo que se llevó a cabo allí.
Daszak recibió acusaciones de que «intimidó» a otros científicos para que firmaran una carta dirigida a una prestigiosa revista médica que eliminó la culpa del Covid-19 del Instituto de Virología de Wuhan.