Alexander Graham Bell y la batalla legal por el teléfono: ¿Quién fue su verdadero inventor?

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La invención del teléfono siempre fue motivo de controversia en la historia de la tecnología. Aunque el 7 de marzo de 1876 Alexander Graham Bell patentó el teléfono, la verdadera historia detrás de su invención revela a otro inventor como su creador, al que lo reconocerían como tal más de 100 años después Alexander Graham Bell.

Alexander Graham Bell, el ‘patentador’ del teléfono

Alexander Graham Bell, nacido el 3 de marzo de 1847 en Escocia, es ampliamente reconocido como el inventor del teléfono. Sin embargo, el 11 de junio de 2002, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269 reconociendo que fue el italiano Antonio Meucci quien inventó el teléfono en 1854. Y es que Meucci, motivado por la necesidad de comunicarse con su esposa enferma desde su oficina, creó el «teletrófono». A pesar de haber hecho una demostración pública en 1860, su situación económica le impidió renovar la patente, lo cual permitió que aquel que tuviera mejor posición económica la obtuviera. Fue así que la patente del teléfono llegó a manos de Bell en 1876.

Alexander Graham Bell y Elisha Gray fueron los principales contendientes por la patente del teléfono. Luego de que su verdadero inventor, Antonio Meucci, la perdiera debido a su pobre situación económica, Bell pudo obtenerla y ser considerado el inventor.

Alexander Graham Bell y Elisha Gray fueron los principales contendientes por la patente del teléfono. Luego de que su verdadero inventor, Antonio Meucci, la perdiera debido a su pobre situación económica, Bell pudo obtenerla y ser considerado el inventor.

Antonio Meucci no fue el único competidor de Bell. Elisha Gray, otro inventor que también había desarrollado un dispositivo similar, tuvo una intensa batalla legal contra Bell para reclamar la autoría del aparato. Y a pesar de que algunos argumentaron que Bell pudo haber copiado el diseño de Gray, la patente finalmente se le concedió a Bell el 7 de marzo de 1876.

La controversia por el supuesto plagio

Después de las controversias y de las luchas legales, Bell logró que su teléfono funcionara el 10 de marzo de 1876, transmitiendo las famosas palabras «Sr. Watson, venga aquí, quiero verle». Su invento fue presentado en la Exposición Universal de Filadelfia en 1876, donde se convirtió en la principal atracción. La Bell Telephone Company se fundó en 1877, y para 1886, más de 150,000 estadounidenses poseían un teléfono. Bell siguió trabajando para mejorar su invento, y en 1915 hizo la primera llamada telefónica transcontinental.

Alexander Graham Bell demostró su teléfono en una exposición científica de Filadelfia, donde causó sensación. Su impacto generó que miles de estadounidenses tuvieran un teléfono una década después.

Alexander Graham Bell demostró su teléfono en una exposición científica de Filadelfia, donde causó sensación. Su impacto generó que miles de estadounidenses tuvieran un teléfono una década después.

Pero la controversia sobre la verdadera autoría del teléfono no terminó, y además, involucró acusaciones de plagio contra Alexander Graham Bell. Algunos autores, como A. Edward Evenson en su libro «The Telephone Patent Conspiracy of 1876», sugirieron que los abogados de Bell podrían haber copiado el diseño de Gray para la patente de Bell. Sin embargo, los que defienden a Bell argumentan que su trabajo se basó en investigaciones propias, mientras que el diseño de Gray no era funcional. El Conservador Emérito de Colecciones de Electricidad del Museo Nacional de Historia de EE. UU., Bernard Finn, por su lado, afirmó que el supuesto plagio no fue decisivo para el trabajo de Bell, sino más bien una distracción.