Tras la caída del megaproyecto ‘Ley ómnibus’, el diputado José Luis Espert, aliado del oficialismo, estimó que el Gobierno ahora enviará al Congreso «leyes más cortitas, más concretas y que peguen fuerte». Espert, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja, admitió que «discutir en partícular 664 artículos en minoría era complicado».
En esa línea, consideró que ahora el Ejecutivo avanzará «de a poquito», con proyectos más reducidos. «Creo que lo va a hacer «, dijo en diálogo con el canal LN+.
Si bien el economista consideró que para sacar leyes «tiene que haber más diálogo» y hay que «convencer a Corea del Centro», en alusión a unos 70 diputados que pueden variar su voto en el Parlamento, no dejó de responsabilizar por el fracaso del paquete de reformas a quienes buscaron preservar «curros y kioscos». Se enfocó en los fideicomisos, uno de los incisos rechazados por la oposición dialoguista.
«No puede ser que un pobre del conurbano pague el IVA por la leche y por otro lado tenés un fondo fiduciario que es una empresita para gastar que se armó en el (la crisis del Efecto) Tequila en 1995 y que sigue existiendo para salvar a los bancos que ya se salvaron hace 30 años», dijo.
Seducir diputados
También priorizó la eliminación de esos instrumentos antes que la de las exenciones impositivas. Para Espert, el ajuste del gasto generará mayores recursos que «los impuestos sobre cosas que deberían pagar impuestos».
Respecto a la construcción de consensos, Espert describió un espectro en el que hay 100 diputados de Unión por la Patria y la Izquierda «que quieren un país miserable», otro sector que incluye al oficialismo y al PRO, que quieren reformas sin medias tintas, y otro de unos «70 diputados a los que tenés que seducir, no cagar a trompadas».
Cuando le mencionaron la agresividad con la que el presidente Javier Milei se refirió a ese último bloque, Espert respondió: «¿Había que convencer a los diputados cordobeses? Sí. Ahora, ¿querían ser convencidos o estaban defendiendo curros? Cuando se votó en general, estábamos todos de acuerdo. Cuando nos metimos con las cajas, no lo votaron. Entonces, no estás con la gente sino a favor de seguir currando», aseveró.
Por otro lado, Espert se mostró en desacuerdo con que el proyecto de ‘Ley ómnibus’ haya sido enviado de nuevo a comisiones, donde perdió su estatus de aprobado en general.
«Yo hubiera seguido debatiendo hasta que se prendiera fuego la oposición. No la hubiera mandado a comisión. Yo me hubiera inmolado» en el recinto, aseguró.