Los esfuerzos por evitar una guerra más amplia en Medio Oriente parecieran estar fracasando. Estados Unidos no logra aún disuadir ataques mortales de Irán y del eje de la resistencia que incluye la Resistencia islámica en Irak y Siria, Hezbolá en el Líbano y rebeldes hutíes en Yemen.
Este lunes (05/02/24) un ataque con drones contra una base militar que alberga tropas estadounidenses en Siria mató a 6 combatientes sirios aliados e hirió a 18.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos, informaron el lunes que el ataque tuvo lugar en un campo de entrenamiento en la base de al-Omar en la provincia oriental de Siria de Deir el-Zour.
La Resistencia Islámica en Irak, un grupo de milicias respaldadas por Irán, detrás del ataque con drones que mató a tres soldados estadounidenses e hirió al menos a 34 contra el puesto militar Torre 22 en Jordania la semana pasada, se atribuyó la responsabilidad del atentado.
Desde el público apoyo estadounidense a Israel, el grupo terrorista ha reivindicado más de 160 ataques contra tropas estadounidenses.
Aunque no se reportaron bajas entre las tropas estadounidenses, el riesgo existió una vez más. Más muertes norteamericanas a manos de grupo proxy sometidos a Irán inevitablemente desembocarán en una guerra atroz entre Estados Unidos e Irán.
Irán vs USA
Para evitar una guerra directa con Irán, optó por golpear a los grupos proxy del régimen iraní. Washington durante el fin de semana lanzó una ola de ataques de represalia contra 85 objetivos en siete instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria de Irán y su red de grupos militantes alineados en Irak y Siria. También afectó a los rebeldes hutíes en Yemen.
Según The Guardian, funcionarios de defensa estadounidenses dijeron a CNN que durante esos ataques “todos menos uno de los 85 objetivos fueron ‘destruidos o dañados funcionalmente’”.
Sin embargo, el coronel retirado Joe Buccino, ex portavoz militar estadounidense, dijo el fin de semana que creía que era poco probable que los ataques estadounidenses fueran efectivos. “Estos grupos chiítas que atacamos en Irak y Siria podrán reponer los cohetes, los drones y las estructuras que atacamos en las próximas semanas, por lo que esto realmente no logrará nada”.
La temida guerra entre Estados Unidos e Irán no convendría a nadie. Mientras que la administración Biden ha advertido que seguirá atacando a militantes alineados con Irán, altos funcionarios en Teherán han dicho repetidamente que quieren evitar un conflicto regional en toda regla pero que están preparados para abordarlo.
Los analistas presienten que el ciclo de venganza entre estadounidenses e iraníes podría salirse de control y alcanzar a ambos.