Los alimentos clave para un verano saludable

Comparte si te ha gustado

Durante la temporada estival, la típica pregunta que nos hacemos es: «¿Cuál será nuestro menú?» Y ante el aumento inminente de las temperaturas, resolver este dilema se vuelve cada vez más complicado. Por este motivo, Green Food Makers, empresa dedicada a la elaboración de alimentos, bebidas saludables y opciones basadas en plantas, buscó el consejo de la médica Ilanit Bomer. Con el propósito de conocer a qué alimentos deberíamos darle prioridad este verano, para contrarrestar los efectos negativos asociados al intenso calor.

“El verano es un gran momento para empezar a establecer patrones de alimentación saludable, priorizando alimentos reales e integrales, y mejorando nuestra calidad de vida», manifiesta la Dra. especializada en Nutrición.

«Recomiendo sacarle provecho a esta época del año consumiendo alimentos de estación, ya que no solo aportan los nutrientes necesarios, sino que son más sabrosos y se consiguen más fácilmente”, añadió.

Siguiendo con los datos aportados por la especialista, los conjuntos alimentarios que merecen nuestra atención son las frutas, verduras, cereales, legumbres y semillas. Dado que estas presentan un elevado contenido de fibra, suministran proteínas, y contienen vitaminas.

Los alimentos recomendados para el periodo veraniego

  1. Sandía: La sandía se erige como la elección culinaria idónea para el verano, no solo por estar en su temporada, sino también por su cualidad hidratante y refrescante, convirtiéndola en una opción perfecta para las jornadas calurosas. Además, ostenta considerables cantidades de vitamina A y C, así como licopenos, un antioxidante natural.
  2. Tomates: Más allá de su delicioso sabor y frescura, los tomates resultan altamente cultivables en el hogar. Ofrecen una abundancia de antioxidantes que contribuyen a resguardar la piel de los efectos perjudiciales de la exposición solar.
  3. Frutos rojos: Los frutos rojos cumplen la función de resguardar las células contra el estrés oxidativo y los radicales libres. En particular, arándanos y frambuesas se distinguen por sus niveles superiores de antioxidantes entre las frutas de consumo diario. Son exquisitos para la elaboración de batidos y helados caseros, además de constituir una exquisita opción en una merienda acompañada de yogurt.
  4. Pepinos: Este vegetal se distingue por ser extraordinariamente refrescante y, adicionalmente, contribuye a la hidratación. Constituye una fuente valiosa de vitaminas A y C, incorporando electrolitos como el potasio y el sodio, elementos que pueden resultar beneficiosos para reponer el cuerpo tras prolongadas exposiciones al sol.
  5. Duraznos: Los duraznos se erigen como las frutas imprescindibles durante la temporada estival. Gracias a su dulzura y jugosidad, se consolidan como la elección perfecta para los días de intenso calor. No solo aportan vitaminas A y C, así como fibra, sino que también contribuyen a mantener la piel hidratada.
  6. Berenjena: Portadora de fibra, vitaminas C y K, cobre, manganeso y tiamina, la berenjena presenta fitonutrientes asociados a una reducción del riesgo de padecer enfermedades crónicas. Una exquisita manera de disfrutarla es empanada, a modo de milanesa, utilizando panco, avena o cereal.
  7. Pimientos: Los pimientos se erigen como una fuente valiosa de vitaminas A, C y del complejo B, llegando incluso a superar en contenido de vitamina C a las frutas cítricas. Además, contienen fibra, cobre y manganeso. Los pimientos rojos, verdes y amarillos pueden ser consumidos tanto crudos como cocidos, y su versatilidad se extiende a la creación de salsas y aderezos basados en este apetitoso ingrediente.
  8. Legumbres: Constituyen una destacada fuente de proteína vegetal, fibra y hierro. Entre las variedades más apreciadas, figuran los frijoles negros, frijoles rojos, lentejas y garbanzos.

Por lo que, luego de haber proporcionado todas las herramientas necesarias, la próxima etapa consiste en buscar recetas que permitan iniciar la elaboración y alcanzar así una diversidad culinaria mediante la incorporación de estos variados alimentos.

“Para asegurarnos de sumar más variedad, tenemos que pensar en el color. Mientras más colores tenga nuestro plato, mejor”, culminó Bomer.