Cristina Kirchner favoreció a Juan Grabois por encima del Movimiento Evita en las listas de Unión por la Patria, como una manera de vengarse de Alberto Fernández. La cercanía del Evita con el presidente durante todo su mandato sea acaso la explicación de por qué la organización de Emilio Pérsico y Fernando «Chino» Navarro no obtuvo ni un lugar en la lista de diputados nacionales por la provincia, el corazón de este movimiento social. Pérsico consiguió que le habilitaran la primaria en La Matanza, donde se presenta su pareja, Patricia «Colo» Cubría contra el intendente Fernando Espinoza. El Evita también presentará a Leonardo Grosso en la primaria de San Martín contra el intendente Fernando Moreia, delfín de Gabriel Katopodis. Pero más allá de eso y un segundo puesto en la lista de diputados provinciales por la Primera, que quedó para Noelia Saavedra, el Evita no consiguió lugares acordes a las prestaciones que le brindó a Alberto en la contención social durante los últimos cuatro años. Máximo habilita la primaria a Grabois para contener al kirchnerismo emocional Grabois, por el contrario, recibió dos lugares en la lista de diputados nacionales que encabeza Máximo Kirchner. La «diputada cartonera» Natalia Zaracho irá en el octavo lugar y conseguirá renovar su banca. En tanto que Fernanda Miño, referente de Grabois en el Ejecutivo, irá en el puesto 20. Sólo logrará entrar al Congreso con las renuncias de quienes la preceden, lo que suele suceder con los saltos al Ejecutivo de quienes van en los primeros lugares de la lista. La preferencia de Cristina por Grabois quedó expresada sobre todo porque le dejó participar de las primarias como candidato a presidente y le permite llevar la misma lista de diputados y senadores. Eso mismo le negó a Daniel Scioli, que se terminó bajando en medio de las negociaciones del kirchnerismo con el massismo y la Rosada. «El amigo de Pepín siempre hace lo mismo, pega por izquierda y cobra por derecha», dijeron a LPO en el peronismo. En el oficialismo aseguran que Grabois le servirá al «kirchnerismo emocional» para limpiar la conciencia en agosto como el paso previo para votar a Massa en octubre.
