Es interesante lo que está pasando en Twitter con el comentarista Tucker Carlson porque obliga a pensar si las redes sociales como “nuevos medios de comunicación” tienen su propia línea editorial y si eso termina afectando de manera algorítmica a medios, periodistas e influencer que no son afines, así como beneficiando en el alcance a quienes sí están alineados.
Mucho se ha dicho de Twitter sobre el gran impacto que tienen los medios, contenidos, periodistas e influencers de Derecha y mucho se ha dicho también sobre las fake news en Facebook contra Hillary Clinton, al punto tal que ella dijo “Mark Zuckerberg tiene que pagar por esto”.
Lo cierto es que vale preguntarse si estos nuevos medios de comunicación tienen su propia línea editorial, camuflada entre memes, videos irónicos o impactantes y la creatividad de sus usuarios.
La pregunta es clave porque desde que Elon Musk se hizo cargo de Twitter, todos sus usuarios se han quejado por los contenidos que les aparecen en su Inicio o Timeline (TL) o los posteos en las tendencias.
Es cierto: ya no es el mismo Twitter, así como tampoco es el mismo Facebook desde que Zuckerberg creó Meta tras Cambridge Analytica y anunció que se le iba a prioridad a los contenidos de Amigos, dejando de lado a los medios de comunicación y contenidos laterales como aquel post al que le dio like un amigo.
En medio de la interna republicana en los Estados Unidos, el magnate sudafricano contrató al comentarista Tucker Carlson y oficializó su alianza con el gobernador de la Florida, Ron DeSantis.
El expresentador de Fox News que llegó a convertirse en el más influyente de la TV estadounidense y referente de Derecha, estrenó programa en la red del pajarito azul y allí instaló que fue Ucrania la que hizo estallar la represa que ahora mantiene paralizada la guerra: «Esto fue intencional, no fue una táctica militar, fue un acto de terrorismo. La pregunta es: ¿quién lo hizo?», cuestionó.
«La presa de Kajovka era efectivamente rusa», dijo Carlson. «Fue construida por el Gobierno ruso. Actualmente se encuentra en territorio controlado por Rusia. El embalse de la presa suministra agua a Crimea, que ha sido durante los últimos 240 años sede de la Flota rusa del Mar Negro», planteó.
Por ello, dijo, «volar la presa puede ser malo para Ucrania, pero perjudica más a Rusia, y precisamente por esa razón, el Gobierno ucraniano ha considerado destruirla», continuó Carlson, citando un informe de diciembre del diario The Washington Post en el que un general ucraniano hablaba de usar lanzadores Himars de fabricación estadounidense para «probar el ataque» a la presa de Kajovka.
En simultáneo a este tipo de contenidos, activistas de Izquierda y LGBTQ comenzaron a quejarse por tener problemas para organizar marchas o actividades sobre diferentes temáticas.
El punto es cómo podría hacer ahora la Izquierda para crear su propia red social con tamaño impacto global. ¿Es todavía la calle el lugar de disputas políticas y geopolíticas o son las redes sociales? En América latina, la Izquierda pudo generar tamaño caos en las calles de los países hasta conseguir el retorno al poder, pero Twitter y Facebook están comenzando a dar un giro en la opinión pública.
Desde China, ¿TikTok podrá resistir en Occidente e imponerse? El boom entre jóvenes es notorio pero no está claro si podrá generar tanta influencia en el resto del ecosistema mediático como lo hace Twitter.