El presidente de Rusia Vladimir Putin preside este viernes la XXVI edición del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) con participación de 100 delegaciones extranjeras en torno al eje central de «Desarrollo Soberano como Base de un Mundo Justo”
«Rusia eligió el camino de la expansión de la libertad de empresas», declaró el líder ruso en alusión al actual modelo económico de su Nación que difiere de una economía cerrada por el Estado. En otra parte del discurso también aseveró que «Rusia nunca ha expulsado a nadie del mercado ruso: todo el mundo tenía derecho a elegir».
Al inicio de la oratoria,Putin rememoró las sanciones económicas a su Patria, a Irán (por drones suministrados) y a su aliada Bielorrusia, impuestas por la OTAN y UE como castigo por el conflicto bélico en Ucrania y la anexión de Donetsk, Luhansk, Zaporiyia y Jersón—además de una medida para desfinanciarle la guerra—
En el discurso, Putin finalmente reconoció que el segundo trimestre del 2022 fue «el más difícil para la economía» rusa. Es que las sanciones impuestas a personas físicas y aliados comerciales prohíben su ingreso a países miembros de la Unión Europea (UE) e inmovilizan sus bienes —congelamiento de cuentas bancarias de personas físicas o entidades y no disposición de fondos o activos de manera directa o indirecta—.
«El segundo trimestre del año pasado fue el más difícil para nuestra economía, para las empresas nacionales, cuando las circunstancias, el orden habitual del comercio, los asentamientos y la logística estaban cambiando rápidamente, y cuando, de hecho, todo el tejido de la vida empresarial y económica estaba siendo remodelado. Hoy podemos decir con confianza que la estrategia elegida en aquel momento tanto por el Estado como por las empresas rusas funcionó«, dijo el dirigente ruso.
En relación a las sanciones impuestas del Occidente, el mandatario del Kremlin aseguró que Europa había vaticinado que «la economía rusa se convertiría en una economía cerrada», pero su administración les tapó la boca “expandiendo el espíritu empresarial”.
Cabe destacar que Rusia tiene restricciones a la exportación e importación —no pueden traer mercancías europeas de tecnología, software, maquinaria, productos de navegación marítima, vehículos o tecnología aeronáutica-espacial, drones, equipamiento militar, armas de fuego y artículos de lujo como automóviles y joyas—, cuyo valor de sancionadas ronda los 43.900 millones de euros (2022).
Tampoco el continente europeo puede importar productos rusos por un valor total de 91.2000 millones como el petróleo crudo, carbón, acero, oro, cemento, alimentos marinos, licores, productos siderúrgicos, cigarrillos y cosméticos. Según Putin, estas sanciones constituyen una «violación de todas las normas de su propia legislación y del derecho internacional».
Rusia no es una paria sino ¿una Potencia?
Vladimir Putin sostuvo en la XXVI sesión del Foro Económico que la economía rusa ahora “sale de la espiral del petróleo y el gas» con el crecimiento de 9,1% de los ingresos no procedentes del área (enero-mayo 2023), además de que el Producto Bruto Interno (PBI) creció un 3, 3 %, el desempleo se estancó en torno al 3, 3 % como la “tasa más baja del país” y la inflación alcanzó su mínimo histórico de 2, 9 %.
En términos de Putin, «el impulso del negocio ruso es sustituir a las multinacionales» que perecieron frente a las presiones económicas del Occidente. Además, recalcó que las empresas autoexiliadas intentan retornar a Rusia:
El mandamás ruso aclaró también que las autoridades locales “siempre pondrán en primer plano los intereses de las empresas nacionales». Luego, Putin cruzó a Europa-EE.UU porque «simplemente no quieren que otros países del mundo tengan una alternativa a sus aviones, barcos, medicinas, sistemas bancarios, tecnología y otros bienes y servicios».
Este evento económico del Kremlin tiene la común ausencia de potencias del Occidente, con excepción de países como Hungría y Austria, y tendrá lugar hasta el sábado 17 de junio con presencia de delegaciones de más de 20 países del Caribe y de América Central y del Sur, entre ellos Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y México.
Asimismo, el dirigente ruso ahondó en el comercio exterior relativo a la exportación de trigo, cuyas ganancias reportadas en el período enero y abril del 2023 fueron de 22.600 millones de dólares, y la inminente renovación de la flota mercante -260 buques- para duplicar el tráfico mercantil en el Corredor Internacional Norte-Sur (San Petersburgo a puerto indio de Bombay) para el 2030 en pos de ampliar actividades comerciales con sus socios asiáticos.
Como indispensable, Putin además destacó que el país necesita más inversión para la esfera defensa- militar para garantizar su soberanía y la de los rusófonos: «Se necesitaron fondos adicionales para reforzar la defensa y la seguridad, para comprar armas. Tenemos que hacerlo para proteger la soberanía de nuestro país».
Por último, el mandatario ruso se refirió a un «mundo multipolar» en relación a los nuevos mecanismos de liquidación transfronteriza, es decir, cerca del 90% de sus pagos con los países de la Unión Económica Euroasiática (UEE) se efectúan en rublos, con China el 80% en rublos y yuanes, prescindiendo de la divisa estadounidense.
«El intrínsecamente feo sistema mundial neocolonial ha dejado de existir y se está consolidando un orden mundial multipolar. Se trata de un proceso inevitable», afirmó Putin.