Lula embiste contra «sanciones» para alianza Mercosur-UE

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Un inminente acuerdo comercial podría finalmente materializarse entre el Mercosur y la Unión Europea tras el pausado bilateralismo del 2019 que depende de la actual ratificación para una viable cooperación en temas económicos-comerciales y diálogo político frente al bloque oriental (China-Rusia). Pero este acuerdo Mercosur-UE requiere a priori el cumplimiento de exigencias a Suramérica -como la garantía de evitar la deforestación y esfuerzos contra la crisis climática-, caso análogo a las pretensiones de la facción Latinoamericana: restringir el acceso de empresas extranjeras a las licitaciones públicas como requisito.

Tras la presencia de la UE en Brasil a través del arribo de la presidenta Ursula von der Leyen, el mandatario carioca Inácio Lula Da Silva criticó duramente la exigencia medioambiental para lograr el acuerdo UE-Mercosur, con basamento en evitar la “desconfianza y sanción”.

Así, el líder del Mercosur tiró un ‘palito’ a la UE por la lista negra de prima-productos locales que están prohibidos al desprenderse de la deforestación -y también haciendo alusión a las sanciones económicas a todo a aquel comercie con Rusia dada la guerra en Ucrania-.

En ese sentido, Lula se refería a una lista de productos primarios made in Brasil que son prohibidos para la comercialización con la UE –no pueden importarlos– al ser derivados de la deforestación, estipulado como norma tras la aprobación de leyes en abril por el Parlamento Europeo, tales como ganado, madera, soja, café, cacao, caucho, palma aceitera y otros alimentados/derivados de estos commodities como la soya, cuero, chocolate, muebles, carbón vegetal, productos de papel impreso, derivados del aceite de palma, entre otros.

“Le expliqué a la presidenta Van Der Leyen las preocupaciones de Brasil con el instrumento adicional al acuerdo presentado por la Unión Europea en marzo de este año, que amplía las obligaciones de Brasil y las somete a sanciones en caso de incumplimiento. La premisa que debe existir entre los objetivos estratégicos de los socios es la confianza mutua y no la desconfianza y las sanciones», dijo Lula en una rueda de prensa conjunta con la presidenta de la UE tras la reunión de una hora en el Palacio del Planalto.

“Al mismo tiempo, la Unión Europea aprobó sus propias leyes con efectos extraterritoriales y que modifican el equilibrio del Acuerdo. Estas iniciativas representan potenciales restricciones a las exportaciones agrícolas e industriales de Brasil”, ahondó el líder de Brasil.

«Estas iniciativas representan limitaciones potenciales para las exportaciones agrícolas e industriales de Brasil», también aseguró Lula ante la titular de la Comisión Europea.

Como el acuerdo del bloque europeo tiene estándares de sostenibilidad que no son vinculantes, están dialogando para hacer obligatorio los compromisos ambientales a través de la “carta lateral”.

«Este acuerdo es una plataforma para el diálogo, por el largo plazo y enviamos una carta como instrumento adicional. Aguardamos su respuesta porque tenemos apertura para escucharlos y dar los pasos necesarios para concluir el acuerdo«, explicó Ursula von der Leyen.

La presidenta del Bloque UE también anunció el desembolso de 20 millones de euros para el Fondo Amazonía (creado en 2008 en Brasil para captar donaciones en proyectos de prevención, monitoreo y combate a la deforestación) parte de un monto de 10 mil millones de inversiones en América Latina y el Caribe.

Llegó la hora de concluir el acuerdo UE-Mercosur. Tenemos la ambición de terminarlo cuanto antes, antes de fin de año… Genera ventajas para la dos partes y creará condiciones para el flujo de inversiones, respalda la reindustrialización de Brasil e integrará la cadena de valor global