Carrió denunció al candidato a gobernador de JxC de Santa Fe por vínculos narcos

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La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, acusó en una declaración judicial al precandidato a gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro de no haber denunciado a un jefe policial que trabajaba bajo sus órdenes y fue condenado por narcotráfico. Dijo que Pullaro (que integra la alianza opositora y fue ministro de Seguridad provincial) “no podía desconocer la actividad delictiva de sus subalternos”, que “no conociendo tenía la obligación de hacerlo” y que “en todo caso hubo omisión de denuncia”, que es un delito penal.

La dirigente apuntó contra el precandidato, que compite en la interna contra Carolina Losada, en una declaración de alto impacto político realizada en los tribunales federales de Santa Fe, en la que acusó además del delito de encubrimiento a todos los senadores (oficialistas y opositores) que votaron por mantener los fueros del legislador Armando Traferri (PJ), acusado en un caso de juego clandestino que se inició por un crimen de Los Monos. Y pidió que se cite a declarar como testigos al gobernador Omar Perotti (PJ), al exgobernador Antonio Bonfatti (Partido Socialista) y a los jueces de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario.

Los cuestionamientos de  contra Pullaro no son nuevos, pero ahora toman forma de acusación penal. Falta poco más de un mes para las elecciones en las que el exministro de Seguridad enfrentará a Losada -ambos de origen radical- en la interna del frente opositor Unidos para Cambiar Santa Fe. Esta semana, la pelea en esa interna escaló a tal punto que Losada dijo que su rival era “una persona oscura” que financiaba “campañas sucias” en su contra. Le respondieron que actuaba con “desesperación” porque las encuestas la mostraban diez puntos debajo de Pullaro y que estaba favoreciendo al peronismo.

En cuanto a la denuncia de Carrió por el caso del jefe policial, en el entorno de Pullaro se mostraron sorprendidos. Ante la consulta de La Nación, dijeron que el entonces ministro lo pasó a disponibilidad inmediatamente y que Pullaro, en su gestión, destituyó a 400 policías por vínculos con el delito y fue el ministro que envió a la cárcel a todos los narcos de la provincia, incluidos los de las bandas de Los Monos, Alvarado y los Funes, entre otras.

Carrió, precandidata a presidenta, declaró el 18 de abril pasado en una audiencia judicial que hasta ahora se había mantenido en reserva. La citó el fiscal federal Walter Rodríguez, que abrió una causa después de escucharla denunciar, en un video subido a sus redes sociales, vínculos del narcotráfico con la política, la Justicia y la policía de la provincia. Fue el video en el que Carrió dijo que no podía participar del “frente de frentes” (que reúne a dirigentes de Pro, la UCR y el Partido Socialista) porque entre sus potenciales aliados había muchas personas vinculadas con el crimen organizado.

La declaración de Carrió, que duró horas, versó sobre distintos asuntos: desde el supuesto pacto de impunidad para proteger a Traferri hasta las reformas del sistema penitenciario que, según ella, habilitaron a “las organizaciones criminales de narcotráfico a operar desde las cárceles con la absoluta impunidad”. Carrió también aportó información sobre supuestas rutas por las que se trafican estupefacientes, incluida la Hidrovía, que ya había sido objeto de una denuncia previa de ella que dio origen a otro caso, que no registró mayores avances, sobre contrabando y narcotráfico en aduanas y puertos de la zona.

Uno de los dirigentes políticos señalados por Carrió en su declaración fue Bonfatti, a quien ella cuestionó muchas veces públicamente. Ahora, frente al fiscal, dijo que debería explicar por qué desistió de impulsar la investigación contra Emanuel Sandoval, alias Ema Pimpi, el hombre que participó de la balacera contra la casa de Bonfatti en 2013, resultó finalmente condenado por ese hecho y fue asesinado seis años después. Carrió pidió la citación como testigo del exgobernador.

A Sandoval lo mataron sicarios mientras cumplía prisión domiciliaria por otros crímenes, instalado en una casa de 600 metros del barrio de La Florida que pertenecía a un juez de Rosario.

En cuanto a Pullaro, la acusación de Carrió fue por su relación con Alejandro Druetta, exjefe de Drogas de Rosario, condenado a diez años de cárcel por tráfico de estupefacientes, por proveer de drogas a los narcos. La líder de la CC dijo además que había otras personas cuyos nombres no le era posible citar en su declaración “por no tener la prueba directa del hecho” y porque para eso precisaría documentación oficial y extraoficial de las cárceles de Santa Fe.