El episcopado católico demanda “un acuerdo político y social”

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La jerarquía de la Iglesia Católica, a través de la Comisión de Justicia y Paz, dio a conocer un documento en el que ofrece diez puntos básicos “para la construcción de consensos” con la mirada puesta en la campaña electoral y considerando que este es el “aporte que la Iglesia en Argentina ofrece a los frentes electorales que se están conformando a lo largo y ancho del país”.

Entre otras cuestiones se afirma allí la necesidad de “trabajar por la dignidad de todas las personas”, en particular “por los más pobres y débiles”, “fortalecer la democracia” y “reconstruir la confianza en nuestro país” mediante “un acuerdo político y social, con primacía del bien común por sobre los intereses sectoriales”.

El documento, que según se afirma pidieron los obispos reunidos en la asamblea plenaria celebrada en la última semana de abril, fue solicitado a la Comisión de Justicia y Paz, un organismo dependiente de la jerarquía e integrado por “peritos laicos vinculados al servicio episcopal”.

El propósito, según se expresa puntualmente, es “ofrecer a la dirigencia en general puntos básicos en torno a los cuales poder acordar coincidencias y construir consensos en bien de nuestra patria”.

“Teniendo a Dios como fuente de toda razón y justicia, en palabras de nuestra Constitución Nacional”, afirma del documento eclesiástico, propone en primer lugar “trabajar por la dignidad de todas las personas que habitan la Patria”, insistiendo en la centralidad de los “pobres y los débiles” y sosteniendo la fórmula con la cual los obispos se han opuesto a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo y a la eutanasia: “Cuidando la vida desde su inicio hasta su fin natural”.

En el marco de “fortalecer la democracia” se solicita asegurar “la transparencia e independencia del poder judicial respecto del poder político”, pero no hay allí ninguna observación sobre la conducta que deben observar los actores de la Justicia.

Respecto de la dirigencia política se demanda “reconstruir la confianza en nuestro país y con ella, el sentido de pertenencia; generando un acuerdo político y social, con primacía del bien común por sobre los intereses sectoriales”.

Otros pedidos apuntan a “fortalecer y extender la educación para todos los habitantes, a todos los niveles, respetando la pluralidad y los valores humanistas de nuestra cultura, libres de toda ideología reductiva y propiciando el desarrollo de la formación en oficios” e “implementar políticas de desarrollo sustentable y estabilidad económica, estimulando la generación de trabajo digno e incrementando la participación del salario en la economía, facilitando las inversiones necesarias para la generación de puestos de trabajo genuino y garantizando el acceso al sistema de seguridad social a todas las personas que trabajan, cualquiera sea la condición en que lo hagan”.

Más adelante, en el documento de apenas una página, la Comisión de Justicia y Paz actuando a pedido de los obispos, plantea la necesidad de “atender a los derechos de los pueblos originarios y cuidar los bienes naturales de la Casa Común, impulsando su aprovechamiento mediante tecnologías respetuosas de la naturaleza y de las personas, estableciendo mecanismos efectivos de control social”.

Esto último está claramente en línea con algunos de los pedidos más reiterados en el magisterio del papa Francisco.

Se pide también “combatir la corrupción en todos los niveles” e “intensificar la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas, ampliando la protección a las mujeres y demás personas vulnerables”.

En otros puntos se requiere “incrementar el cuidado y acompañamiento de las personas que sufren problemas de adicción, en particular niños y adolescentes” y “contribuir y estimular el desarrollo científico y tecnológico al servicio de la persona humana”.

En la Conferencia Episcopal se considera que este documento de diez puntos debe servir para que “los equipos de Pastoral Social en cada diócesis puedan trabajarlo con los candidatos locales” y de esta manera fomentar “el diálogo en todas las instancias de modo de llegar a consensos y coincidencias que sirvan de base para las demandas ciudadanas”