Ana Gaitan salió a divertirse el sábado a la noche y nunca volvió a su hogar. Su familia, preocupada porque no era habitual que desapareciera, radicó la denuncia el lunes. Salieron a rastrillar la ciudad por sus propios medios. Supieron por las cámaras de un bar cercano a la ruta 38 que el domingo por la tarde salió de aquel lugar acompañada por quien hoy está detenido como el principal sospechoso del femicidio. Cuando Ana fue encontrada, su estado de salud era muy delicado, había sido brutalmente golpeada y a pesar de sus posibilidades de sobrevivir su familia y parte de la población rezaba para que la mujer se recuperara.
El director del Hospital Enrique Vera Barros, Gabriel Goitea, informó que ingresó al hospital deshidratada y con traumatismo de cráneo con un hematoma a nivel occipital, por lo cual fue internada en terapia intensiva.
Además, Goitea, detalló que presentaba un cuadro cetoacidosis diabética, es decir una glucemia alta y deshidratación; a raíz de ello, se decidió la asistencia respiratoria mecánica.
El jueves y el viernes por la mañana hubo movilización reclamando justicia. Sus familiares reclaman que la policía no la buscó con la intensidad necesaria y que posteriormente no les dió información que conocieron a través de medios de comunicación. El viernes por la noche se realizó una vigilia en la plaza 25 de mayo en la que invitaron a la comunidad a acompañar a los familiares de la víctima que hasta último momento conservaron la esperanza de que pudiera recuperarse.