Los Montoneros que no conocemos

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Se desconoce si el motivo es o la vergüenza ante la humillación del fracaso o la ira ante la frustración o el desinterés por carencia de autoestima. En cualquier caso, la historia confronta a los argentinos con lo que quisieron ser y no han podido concretar. Una sociedad con evidentes dificultades para acordar ambiciones colectivas y realizarlas. Individuos aferrados a sus proyectos unipersonales.

Los años ’70, ya que los ejemplos mencionados pertenecen a esa década, se abordan desde el mito y el supuesto. Por ese motivo es interesante incursionar en la lectura del texto de Ceferino Reato, «Los 70 – La década que siempre vuelve».

Sin ir muy lejos, aún provoca debate afirmar que Montoneros asesinó al dirigente metalúrgico José Ignacio Rucci. Está restringido indagar en los desaparecidos que ocurrieron entre 1973 y 1976. Provoca malestar que se profundice en por qué motivos Juan Domingo Perón ingresó a la masonería, invitado por el Gran Maestro, Licio Gelli.

Ordenar el pasado debería ser parte de un esfuerzo por conocer nuestras virtudes y debilidades presentes, tarea imprescindible para proyectar un futuro, abandonando el círculo vicioso, el eterno retorno que acumula el deterioro argentino.

El de Reato es un texto ameno, redactado con la prosa de quien conoce el oficio del periodista, no sólo el enfoque del historiador. Y tiene un abordaje desapasionado, condición relevante para abordar períodos intensos. La sociedad argentina aún es atraída por las antinomias, privilegia las grietas, reivindica los abismos, todo lo que no es blanco debe ser negro, una tontería llamativa en un universo colmado de grises; y también resulta una gran pereza intelectual.

«Los 30.000 desaparecidos» siguen afirmando algunos cuando nunca fueron 30.000 detenidos-desaparecidos, por ejemplo. Creen que la mentira cuantitativa hará crecer la tragedia cualitativa. Fue un crimen, fuese 1 o 7.000. ¿Dónde están los nombres de los 30.000? Preguntarlo equivale a recibir la sospecha de «facho» de parte de quienes desconocen de qué trató el fascismo.

Ceferino Reato ha tenido que enfrentarse también a esta maldición -la de la ignorancia del acusador- y logra mantenerse en pie.

A este cronista le mereció especial interés el rescate de aquella homilía de Mario Eduardo Firmenich en la Ciudad Universitaria de la Universidad de Buenos Aires ante dirigentes de las agrupaciones a quienes el hoy economista, que en enero cumplirá 73 años, les explicó el proyecto de Montoneros.

Todavía existe el debate en la sociedad argentina acerca de si los Montoneros fueron ‘soldados de Perón‘ o una organización con un proyecto político propio que intentó utilizar las necesidades de Perón. Ni siquiera hay consenso acerca de si fueron guerrilleros o terroristas. En general se oculta su origen en el llamado ‘nacionalismo católico‘ tanto como su fascinación por el marxismo en la versión cubana.

Algunos insisten en que Montoneros (en verdad FAR Montoneros) eran parte del ‘proyecto nacional’ cuando otros recuerdan que ellos querían el poder para instalar una revolución totalitaria a la que llamaban ‘democracia popular‘. Debatir estas cuestiones está prohibido, otra demostración de que la democracia argentina sigue siendo precaria, apenas es una transición que comenzó con el general Reynaldo Bignone en 1982 y aún no terminó.

En el fragmento mencionado por Reato, Firmenich dice, cuando Perón aún mantenía su duelo por el asesinato de Rucci, un momento histórico porque se afirma que en esas jornadas su colaborador todoterreno José López Rega fue invitado por su jefe -dicen algunos, mientras que otros se aferran a que resultó puro cuentapropismo- a buscar personal para organizar lo que se llamó Alianza Anticomunista Argentina.

Firmenich: «La ideología de Perón es contradictoria con nuestra ideología porque nosotros somos socialistas; es decir, para nosotros la Comunidad Organizada, la alianza de clases, es un proceso de transición al socialismo, el cual, además, entendemos, por el análisis de la realidad, que es obligado; no hay forma de frenarlo».

«Nuestra ideología -agregó Firmenich- es el socialismo porque es el estado que mejor representa los intereses de la clase obrera. Y un proyecto de vanguardia es el proyecto de una organización política que expresa los intereses de la clase obrera».

Otra vez: un comando de militantes Montoneros acababa de acribillar al secretario general de la Confederación General del Trabajo, Rucci.

«La única acumulación de poder válida -precisó- es la del poder militar en última instancia; es decir, es el poder decisivo para conquistar los poderes político y económico. Y la acumulación del poder militar es el poder militar del pueblo, el Ejército del Pueblo. Nosotros somos partidarios de construir las milicias, Perón no».

Sin duda, estos aportes del pasado ayudan a reconstruir nuestra propia historia. Por ese motivo habría que profundizar de verdad, y arrojar mucha más luz sobre las oscuridades que provocan falsas conclusiones, celdas en las que seguimos encerrados.