La historia de Montoneros que muchos quieren olvidar

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La idea más delirante que hay en la política argentina la construyeron los Kirchner: la de los Montoneros como ‘muchachos brillantes’ que luchaban por la libertad y la justicia contra militares y policías asesinos. Los Montoneros también lucharon contra Juan Perón y un gobierno elegido por los ciudadanos. Después creyeron que podrían mantener la presión contra el ‘Proceso’. Ellos fueron perseguidos porque atacaron primero. En su nuevo libro, ‘Masacre en el Comedor – 2/7/1976: 23 muertos y 110 heridos’, el historiador y periodista Ceferino Reato aborda el caso de la bomba que colocó Montoneros en el comedor de la Policía Federal Argentina, el atentado más sangriento de los ’70. Sin embargo, también hay un capítulo muy significativo, ‘Operación Cardozo’, el asesinato del general Cesáreo Ángel Cardozo por Ana María González, ‘Anita’, una operación planificada directamente por el jefe militar del ‘Ejército Montonero’, Horacio Mendizábal, ‘Hernán’.

Volvamos al comedor de la Federal, una acción terrorista planificada por quien era el jefe de inteligencia de Montoneros, el periodista Rodolfo Walsh, ‘Esteban‘, y ejecutada por José María Salgado, ‘Pepe’ o ‘Daniel’ o ‘Sergio‘, un infiltrado en la fuerza de seguridad. Sin duda, y por motivos que explica Reato en su texto, un golpe demoledor al ego de la Policía, que en ese tiempo comandaba el Ejército. Sin embargo, pudo ser mucho peor si la bomba hubiese sido colocada entre 2 columnas ubicadas en el centro del comedor. Salgado no pudo ubicar su carga en ese lugar porque todas las sillas estaban ocupadas por comensales. Si la bomba hubiera estado entre las columnas, se hubiera caído el edificio entero.

Pepe’ y ‘Anita‘ eran hijos de la clase media, conservadora y católica, ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires. ¿Qué fue lo que pudo convertirlos en fríos asesinos? ¿Su revolución justificaba sus asesinatos? ‘Pepe‘ puso una bomba para matar a la mayor cantidad posible de comensales de una fuerza de seguridad a la que conocía porque había pertenecido a ella hasta el día anterior a que decidió ejecutar su atentado. ‘Anita‘ contó en conferencia de prensa, el 24/07/1976: «Voy primero al baño, acciono el mecanismo, voy a la pieza de los padres, pongo el caño bajo la cama, me retiro y a los pocos pasos me doy cuenta de que lo había dejado demasiado abajo. Vuelvo y lo coloco a la altura de la cabeza». El mensaje es muy fuerte: lo que ella temía era dejarlo inválido a Cardozo y quería asegurarse de que muriese. Y lo deseaba luego de haber frecuentado a la familia de Cardozo y compartir actividades con la familia.

Pepe‘ murió torturado por la Policía Federal: fue delatado por otro prisionero, que torturaba el Grupo de Tareas de la Armada en la ESMA. Antes, ‘Pepe’ fue quien facilitó la celada de los marinos a Walsh. Más adelante fue ‘transferido‘ a la Federal. La tortura fue terrible durante 48 horas pero cuando murió dijeron que había sido un enfrentamiento. Obvio que es injustificable, cruel, horrible pero ¿qué esperaba Salgado que hicieran con él si era atrapado luego de poner la bomba en el comedor? En cambio ‘Anita’ murió desangrada en un aguantadero de Montoneros, donde la llevaron herida luego de un tiroteo con militares. Ella no quiso ir a un hospital porque no quería concederle ‘un triunfo a los milicos‘.

Otra vez la pregunta de siempre: ¿Todo eso para intentar construir una república ‘a la cubana‘? Porque el modelo que tenían en mente era el de Castro Ruz para lo cual había que desconocer la Constitución Nacional, expropiar todos los bienes privados, reformular todas las leyes para instalar una república socialista, mal llamada ‘gobierno popular’.

El trabajo de investigación de Reato es notable. La reconstrucción de los acontecimientos es completa. Inclusive su búsqueda de información acerca de si Horacio Verbitsky estuvo o no en la planificación del atentado.

Montoneros creía en la violencia como herramienta para alcanzar el poder. Nunca comprendió la política o, probablemente, ni siquiera le interesó. ¿Comprendían sus integrantes el costo que aceptaban pagar con su provocación a los profesionales de la violencia: militares y policías?

Ceferino Reato presenta 'Masacre en el Comedor'.

Ceferino Reato presenta ‘Masacre en el Comedor’.

Rodolfo Walsh

Es cierto que muchos años después y con costos enormes, Montoneros y sus herederos han logrado que mueran en la cárcel muchos de sus victimarios, venganza obtenida gracias a una red de organizaciones no gubernamentales y algunos políticos como los Kirchner. También es cierto que han logrado que gran parte de la sociedad incorpore, con la complicidad de muchos periodistas e historiadores, un relato (falso) acerca de la tragedia que ellos coprotagonizaron. Pero también es verdad que ellos no consiguieron el poder. Y que nunca lo lograrán. Lo más cerca que estuvieron del poder fue con los Kirchner y ahora con el declinante Alberto Fernández.

Sin embargo, en ninguno de los 4 mandatos presidenciales, pudieron avanzar en el desarrollo de aquella refundación institucional que fue su ideario. Los resultados han sido tan negativos que no pueden impedir que la sociedad inicia un regreso a la centroderecha o derecha.

Reato, luego de su descripción meticulosa, avanza sobre la manipulación de los derechos humanos que han realizado Montoneros y sus descendientes, intentando apropiarse de valores éticos y morales universales sólo para utilizarlos como vulgares armas de combate, no porque existiera una decisión de rescate de la esencia de la Humanidad.

Rodolfo Walsh.

Rodolfo Walsh.

Es cierto que Montoneros y sus descendientes demostraron eficacia en la guerra cultural o de inteligencia, que les permitió instalar en forma masiva una falsa condición de víctimas -en la que no creía la sociedad de 1976- pero también lo es que una victoria en la guerra cultural no resuelve todo, y es reversible a partir de acontecimientos tales como los que provoca la tarea de Reato.

El libro también propone una revisión sobre Rodolfo Walsh, para algunos un disidente de Montoneros porque le atribuyen reclamar, tardíamente, acción política en vez de mantener la acción armada. Falso, y Reato lo demuestra: Walsh lo que proponía era un repliegue o retirada estratégica y cambio de la metodología de la guerra para enfocarse más hacia la inteligencia y los atentados en vez del combate abierto.

Walsh no era un ‘blando‘ o una ‘paloma’ sino que era un ‘duro‘ pero creía conveniente o inteligente revisar la táctica, ya que la de Mendizábal, Raúl Yäger, ‘el Roque’; y otros, provocaba demasiadas bajas propias. Walsh no planteaba abandonar la violencia sino replantearla. Walsh tenía varios rostros pero en esencia el era el jefe del área más ‘competitiva’ de una organización que ejercitaba la violencia. En la ESMA, según Reato, lo consideraban «un diamante».

Fracasados los indultos decididos por Carlos Menem, libros como los de Reato son indispensables para ‘ajustar cuentas‘ en la guerra cultural antes de que se encuentre la forma de dar vuelta la página y dejar atrás tantas equivocaciones, estupideces y terror disfrazados de causas nobles.