PFAS o ‘químicos eternos’ y su relación con el autismo

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No se puede escapar al perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS), sustancias presentes en nuestro hilo dental, máscaras de pestañas, la sartén de teflón con la que freímos un huevo, el sofá resistente al agua de nuestro living, y el envoltorio de un paquete de papas fritas. Este tipo de químicos utilizados en la industria textil, cosmética, automotriz, para el procesado de alimentos, en la construcción, la electrónica, jamás se descompondrá en el medioambiente, y su acumulación en nuestro organismo supone un grave riesgo para la salud, con posible desenlace de cáncer.

Un reciente mapeo de los niveles de PFAS en sitios de Europa reveló que estas sustancias químicas ‘para siempre’ están en 17.000 puntos específicos de Reino Unido y Europa, y en concentraciones altísimas de más de 1000 nanogramos por litro de agua en unos 640 de esos sitios—y por encima de 10 000 ng/l en 300 lugares—, así lo informó

Este tipo de concentraciones preocupa. Tenés el riesgo de que el ganado tenga acceso a esas aguas y [entonces PFAS está] en la red alimentaria humana a través de la vida silvestre como fuentes de alimento

En otros países se detectó en las cajas de pizza una presencia de compuestos fluorados en algo más de la mitad de las muestras, pero no en España

En otros países se detectó en las cajas de pizza una presencia de compuestos fluorados en algo más de la mitad de las muestras, pero no en España

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la ingesta tolerable de PFAS sin peligro para la salud humana es de 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal, por lo que en términos de estos últimos monitoreos ambientales, varios poblados del mundo estarían asimilando niveles nocivos.

Las consecuencias a mediano y largo plazo de la absorción de estas sustancias por parte de nuestro cuerpo, implican un mayor riesgo de cáncer de riñón y testicular, problemas de las tiroides, colitis ulcerosa, colesterol alto e hipertensión en embarazo. Del mismo modo, las PFAS se han asociado a enfermedades reproductivas, hepáticas, renales, desordenes endócrinos y del neurodesarrollo.

“La exposición prenatal a tóxicos o las variaciones en los niveles maternos de elementos esenciales durante el embarazo pueden ser un factor de riesgo para trastornos del neurodesarrollo como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista ( TEA) en la descendencia”, explica la investigación Concentraciones de metales y elementos esenciales durante el embarazo y asociaciones con el trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención/hiperactividad en niños, publicadaen la revista Enviroment International (Volumen 152, Julio 2021, 106468)

Los resultados del presente estudio muestran varias asociaciones entre los niveles de metales y elementos durante la gestación y el TEA y el TDAH en los niños. Los más notables involucraron arsénico, cadmio, cobre, mercurio, manganeso, magnesio y plomo. Nuestros resultados sugieren que incluso los niveles de población de estos compuestos pueden tener un impacto negativo en el desarrollo neurológico

Los tóxicos a perpetuidad por la raza humana

En cuanto a los niveles de PFAS monitoreados en Europa, el más álgido se registra en Bélgica, país en donde se encontró dichas sustancias químicas inextinguible en aguas subterráneas —concentraciones de hasta 73 millones de ng/l — alrededor de sitio de fabricación de PFAS de la empresa 3M en Zwijndrecht, Flandes, así lo revelo el informe.

A los residentes a 15 kilómetros del sitio, se les ha prohibido que coman huevos de aves de la zona y que eviten consumir verduras cosechadas allí, mientras que otras 70.000 personas que viven a 5 kilómetros (3 millas) de la planta en cuestión, se les ha ofrecido hacerles un análisis de sangre para medir y detectar la presencia de PFAS.

La reconocida empresa 3M aseveró que ha «firmado un acuerdo con la región flamenca, con una inversión de 571 millones de euros para descontinuar el uso de PFAS en toda su cartera de productos para fines de 2025”.

Del mismo modo, las tierras cercanas al aeropuerto de Schiphol en Amsterdam, contienen también niveles extremadamente altos de PFAS, sobre todo, después de que bomberos usaran una espuma para apagar un incendio allí, que contaminó el suelo.

A su vez, en el caso de Reino Unido, el río Wyre, sobre Blackpool, está altamente contaminado de PFAS dada la proximidad con una planta química, y se ha analizado el dosaje de PFAS en los peces arrojando un resultado estremecedor de hasta 11 000 ng/kg, según datos del Centro de Ciencias Ambientales, Pesqueras y Acuícolas de Defra.

“En sitios [altamente] contaminados, las autoridades locales deberían considerar la posibilidad de realizar pruebas para garantizar que los niveles de PFAS sean seguros en los productos locales. Esto ayudaría a determinar si se necesitan avisos de salud locales y campañas de publicación para desalentar el consumo regular de pescado silvestre, mariscos, huevos de gallinas camperas”, argumentó Ian Cousins, científico ambiental de la Universidad de Estocolmo, quien además recalcó que los sitios con niveles superiores a 1000 ng/kg deben ser «evaluados con urgencia».

En el Reino Unido, los niveles más altos de PFAS se encontraron en una descarga en el río Wyre.

En el Reino Unido, los niveles más altos de PFAS se encontraron en una descarga en el río Wyre.

El mapa de Watershed Investigations exhibe que las fuentes de agua potable en Gran Bretaña están altamente contaminadas con PFAS, pese a que los servicios de agua no se hallan alarmados al justificarse con que los químicos no llegan al agua de la canilla porque primero se mezclan con otras sustancias diluyentes de PFAS y de tratamientos potabilizadores.

Los datos obtenidos de las compañías de agua y la Agencia de Medio Ambiente por The Guardian y Watershed muestran que desde 2006 se han encontrado alrededor de 120 muestras de fuentes de agua potable que contienen concentraciones de PFOS o PFOA por encima del nivel de 100 ng/l

«El PFAS en el agua subterránea es un gran problema porque si ese agua subterránea se extrae para la agricultura o, lo que es más importante, para los humanos como fuente de agua, entonces tienes PFAS en el agua potable y es muy difícil eliminarlo», planteó el profesor Crispin Halsall, químico ambiental de la Universidad de Lancaster.