El estreñimiento es un problema frecuente de salud entre los adultos de mediana edad y mayores, por lo que el tratamiento con laxantes suele ser una alternativa también común. Sin embargo, investigadores acaban de descubrir un potencial efecto dañino de estos medicamentos relacionado a la demencia.
Las personas que toman laxantes con frecuencia pueden tener más de un 50% más de riesgo de desarrollar demencia en comparación a quienes no usan, según el estudio.
“El uso regular de laxantes puede cambiar el microbioma del intestino, posiblemente afectando la señalización nerviosa del intestino al cerebro o aumentando la producción de toxinas intestinales que pueden afectar el cerebro”, dijo el autor Feng Sha, del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen en la Academia de Ciencias de China.
Con todo, los resultados no prueban que los laxantes provoquen demencia, sino solo muestran una asociación.
De acuerdo a estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas viven con demencia actualmente, pero la cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.
Por eso, “encontrar formas de reducir el riesgo de demencia de una persona identificando los factores de riesgo que pueden modificarse es crucial», aseveró Sha.
Para obtener estos resultados, su estudio involucró datos de 502.229 personas tomados del Biobank del Reino Unido con una edad promedio de 57 años que no tenían demencia al comienzo del estudio. De ellos, 18.235 o el 3,6%, informaron que usaban laxantes de venta libre con regularidad.
El uso regular de laxantes se definió como haberlos tomado la mayoría de los días de la semana durante el mes anterior al estudio.
Desagregando el porcentaje del 50% de riesgo aumentado, el investigador precisó que el peligro también incrementa según el número de tipos de laxantes utilizados: quienes usaban un tipo de laxante tenían un 28% más de riesgo y un 90% más quienes tomaban dos o más tipos.
Entre los individuos que usaban solo del tipo osmótico el peligro es del 64% en comparación con las que no usaban. Esta clase de laxantes atrae agua al colon para ablandar las heces, en contraste con otros como los formadores de volumen, ablandadores o estimulantes.
“Si se confirman nuestros hallazgos, los profesionales médicos podrían alentar a las personas a tratar el estreñimiento haciendo cambios en el estilo de vida, como beber más agua, aumentar la fibra dietética y agregar más actividad a su vida cotidiana», recomendó Sha.