La comunidad aimara se manifestaba este martes en la región de Puno, al sur de Perú, siempre con la misma consigna: exigir la dimisión de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y la anticipación inmediata de las elecciones. Por otro lado, inició la investigación de la fiscalía contra Pedro Castillo por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y defraudación.
Pese al accionar de las fuerzas públicas de seguridad, las movilizaciones no merman y el lunes también tuvo lugar otra masiva protesta. Allí las comunidades indígenas advirtieron que si continúa el envío de efectivos militares a esa zona del país, se corre el riesgo de desencadenar una «guerra civil», según declaraciones recogidas por La República.
«Nosotros no nos vamos a cansar. Para nosotros la huelga continúa. Para nosotros no hay diálogo. Lo único que queremos es que Dina Boluarte renuncie«, sostuvo este martes David Yujra, del comité de lucha de la provincia de Juli-Puno.
Además, Yujra añadió: «En este momento, pese a que han matado a 21 de nuestros paisanos, ahora quieren humillarnos más enviándonos militares. Cada vez nos están provocando más. Seguiremos, pase lo que pase».
Tras una reunión, los líderes de los ciudadanos procedentes de las provincias de Yunguyo, Chucuito-Juli, Ilave, Laraqueri, Acora, entre otras localidades, acordaron que no permitirán el ingreso del Ejército en sus comunidades.
En la región de Puno la huelga indefinida comenzó hace dos meses, un mes después de la destitución de Castillo y la asunción de Boluarte.
Después de más de dos meses de protestas, en los próximos días está prevista una nueva marcha hasta Lima, donde se congregarán miles de personas de las trece provincias del departamento de Puno.
En este contexto, desde el lunes de esta semana, miles de ciudadanos de esta región del altiplano reanudaron las protestas. Así, alrededor de 20.000 aimaras se reunieron en la capital del departamento.
Los sábados y domingos el comercio funciona con normalidad, mientras que de lunes a viernes, los locales trabajan hasta las 9:00 de la mañana y a partir de las 5:00 de la tarde, justo después de las manifestaciones. Varias carreteras se encuentran bloqueadas por piquetes que se turnan cada cuatro horas, mientras que algunas vías en la zona sur y norte de Puno solo abren de 8:00 de la mañana a las 4:00 de la tarde.
Por otra parte, la Fiscalía de la Nación dio inicio a la investigación preparatoria con Castillo, quien se encuentra cumpliendo los 18 meses de prisión preventiva que le impuso el Poder Judicial en el marco de las investigaciones en su contra por el presunto delito de rebelión.