Limón argentino : se erradicaron 6.500 hectáreas de esa fruta

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Para dimensionar la pérdida, vale decir que equivale a un poco menos de la tercera parte de la superficie que ocupa la ciudad de Buenos Aires, que es de 22 mil hectáreas. La primera noticia sobre esta sangría de la superficie limonera la había dado Bichos de Campo hace unos meses, cuando contó que la firma Argenti Lemon, una de las líderes en esa economía regional, había tomado la decisión de arrancar el 15% de sus árboles y pidió a sus competidoras que siguieran ese cambio.

La empresa tucumana tenía 3.800 hectáreas de limoneros, que habría achicado en casi 600 hectáreas. Ahora se sabe que muchas otras empresas limoneras siguieron el mismo derrotero a través de un comunicado de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA), que planteó una dramática situación al plantear la imposibilidad del sector de afrontar el pago de un bono especial de fin de año para sus trabajadores de 50.000 pesos, que acordaron entre los sindicatos y el gobierno sin requerir la opinión de los empleadores.

“En los últimos 4 años, se han generalizado quebrantos económicos en el sector, presentando particularmente en el año 2022 situaciones graves que resultaron en, más allá de dificultades de rentabilidad, el desperdicio de más de 300 mil toneladas de fruta, lo cual dejó al margen de la cadena a productores de extensa trayectoria en la región”, indicó ese comunicado de Acnoa.

Que agregó: “Esa situación se vio ampliamente agravada por la erradicación forzosa a fines del 2022 de más de 6.500 hectáreas de limón (12% sobre la superficie total) por su baja productividad y la imposibilidad de afrontar los costos de explotación, con la pérdida de numerosos puestos de trabajos”.

Al explicar por qué no puede pagar ese bono a sus trabajadores (la actividad es mano de obra intensiva y al ser exportadora suele tener estrictos controles laborales que la obligan a formalizar sus relaciones con los trabajadores), los citricultores indicaron que la difícil situación económica que afronta ese sector fue “ratificada por el propio gobierno de Tucumán que declaró la Emergencia Agropecuaria por 365 días, a través de la Ley 9614/2022 (el 5 de octubre) para las actividades de producción de limón y productos industriales, como así también para los viveros cítricos”.

Se estima que la citricultura en el norte genera unos 90 mil puestos de trabajo en forma directa.

El grueso de la producción del sector limonero, que está ubicado en Tucumán, está en manos de empresas integradas, que además de la industrialización de la fruta (para obtener esencias y otros subproductos) se ocupan de la exportación de limones frescos al mundo.

La Argentina es uno de los grandes jugadores globales en ese negocio, pues ingresa en el mercado de contraestación. Esto explica un rápido crecimiento de la oferta de ese cítrico en los últimos años. Los datos de Federcitrus indican que, para 2021, la Argentina había producido 2,7 millones de toneladas de cítricos, con una amplia preminencia del limón por sobre la naranja, la mandarina y el pomelo.

El NOA tiene 65% de la producción, frente al NEA (más enfocado hacia los cítricos dulces), que tiene el otro 35%.

Caída en la producción

Consultado el titular de ACNOA, Pablo Padilla, confirmó una de las dos principales economías frutícolas de la Argentina (el limón suele competir en exportaciones con la pera de la región patagónica) “viene sufriendo una importante caída”, ya que “el retraso cambiario viene afectando la rentabilidad del sector”.

“Por otro lado el valor de los derivados industriales, los dos más importantes son el aceite y el jugo, ha caído en los últimos 3 años un 60%. Y la suba de los fletes internacionales y el proceso inflacionario nos está quitando competitividad y se acentuó el quebranto que tiene la actividad. Eso hizo que este año se hayan erradicado 6.500 hectáreas”, añadió.

Pero Padilla alertó que además “se están abandonando entre 7 y 10 mil hectáreas, o se las mantiene con cuidados mínimos, con lo cual el sector se ve muy afectado”.

El comunicado hizo referencia además a unas 300 mil toneladas de fruta que no se llegaron a cosechar, sobre una producción total estimada de 1,5 millones de toneladas. Es un 20% lo que se perdió.

“Eso se cayó al piso, se pudrió en el árbol o se fueron junto con esas 6.500 hectáreas que se perdieron”, explicó el empresario limonera.

-¿Y esta crisis en qué deriva?

-La Argentina está perdiendo participación principalmente en el negocio de la fruta fresca. La Argentina ahora va camino a perder volumen de producción, lo cual comienza a poner en riesgo su liderazgo productivo a nivel mundial. Hay muchos productores y empresas con serias dificultades económicas. Eso pone en riesgo el normal funcionamiento y su continuidad. De hecho hay productores que están abandonando la actividad.

-¿No hay reacción de las autoridades?

-El gobierno de Tucumán sabe esto, nos acompañó y declaró la emergencia citrícola provincial. Hemos presentado innumerables notas en los distintos estamentos gubernamentales. Hemos tenido reuniones con el Secretario de Agricultura (por Juan José Bahillo), hemos presentado notas ante Sergio Massa y hemos pedido reuniones. Hasta ahora no tenemos ninguna respuesta del gobierno nacional.

-¿Cuándo se inició el problema?

-Es estructural. El proceso inflacionario va por arriba de la evolución del tipo de cambio oficial, que es con el cual se rige la actividad. Eso va produciendo un crecimiento implícito de nuestros costos en dólares que nos va quitando competitividad en el mundo. Sumado a eso la guerra entre Rusia y Ucrania, el incremento de los fletes internacionales, el aumento de la energía y de los fertilizantes, son factores que a las economías regionales les quita rentabilidad. Además la producción de limones a nivel mundial ha crecido y eso ha presionado los stocks porque ha bajado el valor de la producción casi en un 60%./bichosdecampo.com