Subas en el precio de la carne

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El precio de la carne se convirtió en los últimos meses en un claro ejemplo de los abusos que se registran en la cadena de comercialización. Mientras que en octubre los valores pagados para la hacienda en pie en todas sus categorías arrojó en promedio un retroceso de 6,9 por ciento en comparación con el mes previo, el precio al mostrador, según estimaciones privadas, registró un nuevo incremento; en este caso del orden del 4 por ciento.

A esta altura, con un índice de precios minorista general que se acerca a los tres dígitos y un comportamiento preventivo del sector empresario que atiza la inercia inflacionaria, pensar en una rebaja mensual parece ya una utopía. Sin embargo, la brecha entre el precio al productor y en góndola de la carne en los últimos meses no encuentra ninguna justificación y solo se puede explicar por las remarcaciones especulativas en los distintos eslabones de la cadena hasta el mostrador.

De acuerdo con el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carne y Derivados (CICCRA), en octubre la baja promedio fue de 6,9 por ciento, “explicada por menores precios pagados en todas las categorías negociadas”. El relevamiento de la entidad destaca fuerte retrocesos en toros y vacas conserva y regulares, que retrocedieron entre 18,5 y 11,4 por ciento. Pero más importante aún, por ser de consumo interno, fue la caída de precios en novillitos (-5,4 por ciento) y novillos (-3,7 por ciento). Sin embargo, las mediciones de las principales consultoras relevadas por El Destape anticipan subas en el mostrador que van desde un optimista 3,1 por ciento hasta un más pesimista 4,4 por ciento.

Si bien se ubica por debajo de la inflación, la brecha entre el costo que se maneja en Hacienda y el que paga el consumidor se sigue ampliando, de la mano de una gran concentración de la comercialización de productos en pocas cadenas de supermercados. Estas llegan a participar en más de un 80 por ciento del total de la oferta e inciden en el precio en no menos de un 35 por ciento de margen. Se exhibe además en los últimos años una importante reducción en la cadena de distribución como consecuencia de que los supermercados negocian directamente con los productores sus compras o son ellos directamente productores, panaderías propias, frigoríficos, entre otros.