Juan Grabois fue escrachado en el aeropuerto de Ezeiza

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El líder del Frente Patria Grande, Juan Grabois, protagonizó ayer un tenso momento en el aeropuerto internacional de Ezeiza a su llegada al país desde Roma, donde viajó para encontrarse con el Papa Francisco. Se produjo un episodio que incluyó abucheos, discusiones y gritos entre varias de las personas que estaban en la fila para hacer Migraciones ingresar al país y el dirigente social.

En medio de las críticas y cuestionamientos en su contra por parte de los presentes, Grabois salió al cruce y se trenzó en una discusión. «Saben cuál es la diferencia entre ustedes y nosotros, es que nosotros tenemos coraje», afirmó a los gritos el dirigente del Frente Patria Grande.

En medio del tumulto, se acercó un efectivo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que intentó alejarlo de quienes estaban en la fila. «Yo nunca le robé absolutamente nada a nadie, laburé toda mi vida», enfatizó Grabois. Además, se cruzó cara a cara con un pasajero y le dijo: «Vos sabés mi nombre y yo no sé el tuyo ¿Cómo te llamas? No te animás a decir tu nombre. Bajá la manito».

Juan Grabois fue abucheado por pasajeros en el aeropuerto de Ezeiza.

Juan Grabois fue abucheado por pasajeros en el aeropuerto de Ezeiza.

La contundente respuesta de Juan Grabois tras el escrache

Grabois emitió un comunicado en el que justificó su accionar y lo encuadró en un acto de defensa contra los escrachadores, a los que no dudó en calificar de «fascistas» por haberlo encarado en el aeropuerto: «Básicamente me estaba defendiendo de una veintena de personas que comenzaron a difamarme en migraciones. No voy a aceptar que por odio ideológico se pretenda suprimir y amedrentar a ningún dirigente de ningún partido u organización, y reivindico el derecho a defensa frente a cualquier forma de agresión grupal, física o verbal».

«Además, no acepto la supuesta superioridad moral de ningún agresor y si me dicen vago, pregunto de que trabajan ellos y les cuento de que trabajo yo. Si me dicen chorro, niego la falsa acusación y pregunto como andan con sus propias obligaciones legales, etcétera», enfatizó.

En ese sentido, manifestó que «el fascismo avanza cuando nos dejamos amedrentar por patotas sean organizadas o espontaneas que se sienten con derecho a agredir al que piensa distinto. Yo no voy a bajar la cabeza y quedarme callado frente a una agresión porque puedo mirar a cada uno de mis agresores a los ojos con la conciencia de que trabajo honestamente para nuestro país y nuestro pueblo; eso le enseño a nuestros militantes».