Empresa limonera líder comenzó a arrancar árboles para enfrentar la sobreoferta de fruta

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La empresa con su planta fabril en Cruz Alta, pidió a sus competidoras que siguieran ese cambio, para que el sector pueda recuperar algo de competitividad. A través de las redes sociales, la firma de capitales tucumanos, que mostró a la topadora derribando limoneros de una de sus fincas en las redes sociales, tiene un total de 32 fincas propias con 3.800 hectáreas de limoneros, de las cuales 1.300 están implantadas con alta densidad.

La decisión de tumbar el 15% de la superficie implicaría desandar el camino recorrido en casi 600 hectáreas. Argenti Lemon, propiedad de Álvaro Bulacio y su familia (fue socio de Franco Macri en los años 90) es la tercera mayor productora del país, con una producción cercana a 250 mil toneladas de limones que exporta en fresco e industrializa.

En el ránking se ubica detrás de San Miguel y Citrusvil, otros dos colosos limoneros de Tucumán. Brinda empleo cada temporada a más de 2.500 personas.

En la web de la propia empresa colgó un video que muestra a las máquinas erradicando parte de sus plantaciones. Allí habla de una sobreproducción mundial de limón y anuncia que “Argenti Lemon  reemplaza el 15% de su superficie productiva”.

Pero también pide al resto de los jugadores del sector que tomen decisiones del mismo calibre. “Es necesario que sean más los que accionen en ese sentido”.

La firma aclara en el video que tanto la calidad como los volúmenes de limones que ofrece a sus clientes estarán garantizados, pero también avisa que esas casi 600 hectáreas que antes tenían los árboles cítricos ahora se destinarán a producir “otros granos”, seguramente en referencia a soja o maíz.

“Necesitamos que otros sigan nuestros pasos”, concluye la breve información visual.

En su web institucional la compañía limonera informa que actualmente tenía el 75% de sus plantaciones en plena producción, y que la edad promedio de sus limoneros era de solo 13 años.

La determinante decisión de este compañía citrícola de derivar parte de su producción de limón hacia otros rubros del negocio agropecuario tiene que ver con la extensa crisis de esa economía regional, que ya lleva cuatro años y no hace más que agravarse.

La sobreoferta de limón a nivel local e internacional no hace más que deprimir los precios de venta de esa fruta.

Adicionalmente, la economía argentina propone una distorsión entre costos e ingresos que hace muy difícil la supervivencia de los productores, incluyendo a las empresas más grandes y concentradas como en este caso.

“No podemos seguir compitiendo con este atraso del tipo de cambio. Entre marzo del 2021 a al mismo mes de este año, la devaluación del dólar oficial fue de casi 27% y, por ejemplo, afrontamos una paritaria del 70%. Además, el incremento de costos en dólares es muy fuerte”, describió el presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa), Pablo Padilla.

La Argentina ya ha perdido su liderazgo en el mercado mundial de este crítrico, pues en lo que va del año lleva exportadas 260 mil toneladas, mientras que Sudáfrica (donde han crecido fuerte las plantaciones) ya colocó en el mismo período unas 462 mil toneladas.

Ambos países compiten por los mercados del Hemisferio Norte en contraestación. Pero evidentemente las reglas de juego no son las mismas. En su blog interno, Argenti Lemon publicó en junio pasado una nota que anticipaba la dureza de este crisis. Pero al mismo tiempo afirmaba que “en estos 25 años de historia ¿cuántas crisis hemos atravesado? ¿A cuántas tempestades sobrevivimos?”

Tras recordar que la crisis del Covid en 2020 ya había descolocado fuerte al sector, la firma contó que “el 2022 encuentra al mundo nuevamente convulsionado, con un conflicto bélico entre dos países que representan un 25% de nuestra exportación de fruta fresca. Rusia y Ucrania son hogar de clientes a los que apreciamos, que son amigos nuestros y a los que este año no podemos servir como de costumbre”.

Pero hay otros elementos que la citrícola esgrimía para tomar luego la drástica decisión de erradicar limoneros: la escasez de fletes marítimos disponibles; el retraso en el inicio de la cosecha argentina (en esto tuvo que ver la crisis del gasoil, que en el caso de la firma demoró la recolección hasta el 11 de abril); los costos de insumos, productos agroquímicos, fertilizantes e incluso del gas y petróleo; y otros motivos./bichosdecampo.com