Hamás y Fatah con ‘voluntad de reconciliación’ por la mediación de China

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Desde antes de la guerra en Gaza, el partido político palestino Fatah del presidente Mahbud Abbas —que gobierna desde Cisjordania ocupada y ha negociado la paz— está enfrentado a la agrupación política palestina Hamás que tomó el control del enclave en el 2006 (y cuyo brazo armado Brigadas Al Qassam atentó contra Israel). En esta oportunidad ambos grupos rivales se han reunido en China para acordar una posible reconciliación.

Hamás y Fatah, dos partidos políticos palestinos que son rivales (uno más bien extremista y otro ‘moderado’) no han logrado subsanar sus disputas políticas, desde que los combatientes de Hamás en el 2007 expulsaron a Fatah de la Franja de Gaza tras una breve guerra.

Funcionarios de Fatah y Hamás se reunieron en conversaciones intrapalestinas

Funcionarios de Fatah y Hamás se reunieron en conversaciones intrapalestinas

El gobierno de China medió en el encuentro de estos días en Pekín entre altos mandos de Fatah y representantes de Hamas para ayudarlos a limar asperezas, abriendo así la puerta a una posible reconciliación, así lo confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

China simpatiza con la causa palestina, e incluso instó a las partes (Israel y Hamás) a la solución vía diplomática mediante la existencia de los dos estados. Asimismo, el presidente chino, Xi Jinping, ha pedido una “conferencia internacional de paz” para poner fin al conflicto que se ha cobrado más de 36.000 vidas en Gaza, y del lado israelí, 1200 civiles, con la masacre de Hamás del 7 de octubre.

Cumbre Hamas-Fatah en China tras la de Moscú

«Las dos partes expresaron plenamente su voluntad política de lograr la reconciliación a través del diálogo y la consulta, discutieron muchas cuestiones específicas y lograron avances positivos», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian.

El ministro chino también agregó que “China y Palestina comparten una amistad tradicional».

«Apoyamos a las facciones palestinas para lograr la reconciliación y aumentar la solidaridad a través del diálogo y la consulta. Continuaremos trabajando activamente para lograr ese fin”, añadió.

Al respecto, el catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Álvarez-Ossorio, asegura que “está claro que Estados Unidos, la Unión Europea, no van a aceptar de buen grado que haya un gobierno de unidad nacional en que se integre la organización islamista Hamás considerada por ellos como una organización terrorista. De tal manera que todos los esfuerzos encaminados en esta dirección, podríamos decir, que están condenados al fracaso».

Azzam al-Ahmad (izq.), de Al Fatah, se ríe con Izzat al-Rishq (der.), del Hamás, tras la firma de un acuerdo de reconciliación en El Cairo el 12 de octubre de 2017. AFP - KHALED DESOUKI

Azzam al-Ahmad (izq.), de Al Fatah, se ríe con Izzat al-Rishq (der.), del Hamás, tras la firma de un acuerdo de reconciliación en El Cairo el 12 de octubre de 2017. AFP – KHALED DESOUKI

Conflicto intrapalestino: Visión radicalizada vs acercamiento al Occidente

Hamás, ahora considerada como una agrupación terrorista por parte del Occidente, originalmente ha sido un partido político islámico sunita, acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica. Se originó en épocas de la Primera Intifada, el levantamiento palestino de 1987 contra la ocupación israelí, escindiéndose de la agrupación Hermanos Musulmanes de Egipto.

El brazo armado del partido político Hamás, las llamadas Brigadas Al Qassam a cargo de varios atentados terroristas ‘antisionistas’, fueron fundadas en 1991 y están lideradas por el comandante Mohammed Deif.

Pese a ser sunita islámico -como el gobierno de Arabia Saudita y Jordania-, Hamás se acercó al régimen de Irán (musulmán chiita), a tal punto que éste les financia con armas y municiones.

Los miembros de Hamás además controlan Gaza desde hace 16 años, cuando expulsaron a Fatah de dicho enclave en una breve guerra sangrienta: desde aquel entonces Israel estableció un bloqueo en Gaza en solidaridad con Fatah.

Ebrahim Raisi, presidente de Irán, lidera el bloque chiita (huties de Yemen, milicias de Irak y Siria, Hezbollah del Líbano) vs Arabia Saudita/Jordania/países árabes pro-Occidente

Ebrahim Raisi, presidente de Irán, lidera el bloque chiita (huties de Yemen, milicias de Irak y Siria, Hezbollah del Líbano) vs Arabia Saudita/Jordania/países árabes pro-Occidente

Por su parte, Fatah, acrónimo del Movimiento de Liberación Nacional Palestino, es un partido político palestino-secular e impulsor de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) y de la actual Autoridad Palestina, Mahbud Abbas.

Tal partido se originó en 1958 por iniciativa de activistas, varios marginados y exiliados por la diáspora palestina tras la formación del Estado de Israel: el precursor fue el expresidente Yasser Arafat.

Al principio Fatah se oponía al Estado de Israel utilizando la vía armada (ya que éste avanzó sobre sus territorios), pero luego el partido comenzó a buscar una salida diplomática -hacia la década de 1980-, lo que condujo a los Acuerdos de Oslo y el establecimiento de dos estados (uno palestino y otro israelí): ello fue rechazado por Hamás y dio inicio a la rivalidad entre ambos.

Yasser Arafat (dcha.), Yitzahk Rabin (izq.) y Bill Clinton durante la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993.

Yasser Arafat (dcha.), Yitzahk Rabin (izq.) y Bill Clinton durante la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993.

Al contrario de Hamás, Fatah sí reconoce la existencia del Estado de Israel y aboga para que se cumpla la resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que establece la retirada de las tropas israelíes de los territorios ocupados en 1967 durante la Guerra de los Seis Días, algo que Israel estaría incumpliendo.

En tal guerra producto de la instauración del Estado de Israel en 1948 -y la retirada del colonialismo inglés– por la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Estado Judío se apropió y avanzó en la península del Sinaí, Cisjordania y Jerusalén Oriental, la Franja de Gaza y la mayor parte de los Altos del Golán, triplicando el tamaño del territorio concedido por la ONU. Por lo que marginó a población del Líbano, de Siria y demás áreas árabes linderas (la famosa ‘Nakba o diáspora palestina’)

Chiitas vs Suniitas: posiciones antagonistas en torno al conflicto palestino- israelí

En Medio Oriente, del lado contrario a La Resistencia Islámica pro-Irán (huties de Yemen que emboscan a embarcaciones en el Mar Rojo, Hezbollah del Líbano, milicias chiitas de Irak y Siria que atacan bases militares yankees) se encuentran los gobiernos de Jordania, Egipto y Arabia Saudita, más dialoguistas con el Occidente y de tinte sunita islámico.

Tanto el reinado de Jordania al mando de Abdalá II bin Al Hussein, como la dinastía de Arabia Saudita, se encuentran en una intrasferible encrucijada, dada las actuales tensiones en Medio Oriente desatadas por la guerra en Gaza; pero también por su posición geográfica, su alianza con el Occidente y su enemistad de larga data con el bloque chiita que lidera Irán.

En este punto, Jordania, país árabe lindero a Israel, hace poco se sumó a repeler la andanada de cohetes que provenían de Irán (en represalia por el ataque israelí al consulado de Irán en Damasco).

Es que tanto Arabia Saudita como cierto países del Golfo que son musulmanes de etnia sunita (como Egipto y Jordania), sí están abiertos al diálogo y al comercio con el Occidente. Y han reclamado a la Comunidad Internacional -sólo por vía diplomática- la creación de un Estado palestino, pero jamás han avalado la incursión sorpresiva en Israel de la milicia palestina, Las Brigadas Al Qassam de Hamás.

En estas filas prosaudíes están otros países sunitas como Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Bahréin, aparte de Egipto (que habilita el ingreso humanitario a Gaza por su paso Rafah) y Jordania.