Mensaje a Karina Milei: el Primer Mundo es distinto al Tercer Mundo

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No es propósito de minimizar las coberturas acerca de la disertación de Javier Milei en la Universidad Internacional de Florida (FIU). Pero el backstage con Karina Milei parece fascinante porque expone a una argento confundiendo el Primer Mundo con el Tercer Mundo. Si bien la disertación en el Mary Ann Wolfe Theatre fue presentada por Gabriela Hoberman, directora académica de la casa de estudios anfitriona, a Ciudad de Buenos Aires llegó el rumor de que la actividad fue promovida por el Honorable Carlos Díaz-Rosillo, ex subsecretario Adjunto de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental y ex subsecretario Adjunto Principal Interino de Defensa para Asuntos de Seguridad Internacional, ex integrante de la facultad de Gobierno de la Universidad de Harvard, Director Fundador del Centro Adam Smith para la Libertad Económica, entre muchos otros honores.

Recomendación a Román Lejtman, quien cubrió el evento para Infobae.com/: Díaz-Rosillo es nota. No se encuentra todos los días un doble licenciado en Ingeniería Civil y en Relaciones Internacionales, ‘summa cum laude’, por la Universidad de Tufts, 2 maestrías en Políticas Públicas y Gobierno de Harvard y 1 doctorado en Gobierno de Harvard.

Carlos Díaz-Rosillo.

Carlos Díaz-Rosillo.

Karina Milei

Imaginen el personaje. La infidencia que aterrizó en Baires -con estos sucesos en la Cámara de Diputados de la Nación, todos (o casi todos) llamaban desde Miami- fue la sorpresa y el malestar con algunas exigencias de Karina Milei, que se consideraron «inadmisibles».

Al parecer, la Secretaria General de la Presidencia, apodada ‘el Jefe’ por su hermano Presidente, cree que el mundo es igual en todas partes, y todavía no entiende el significado de ‘Tercermundista’, y la Argentina es Tercer Mundo pero no lo es USA, ni siquiera Miami (Florida), aún cuando sea apodada ‘capital de América Latina‘, y menos un centro académico con anhelo de superación, tal como lo es la FIU.

Por lo tanto, exigir que le presentaron por escrito en forma previa todas las preguntas que se le harían a Javier Milei fue casi un insulto. Eso no se dice. Eso no se hace. Eso no se piensa. Ni siquiera se imagina. Prohibido. Es posible que algo semejante suceda en la Argentina pero no en USA y menos en una actividad académica. Hubo efervescencia al respecto.

Luego, intentar cambiar el salón donde hablaría su hermano Presidente fue rechazado de plano: «6 Presidentes han disertado en el Mary Ann Wolfe Theatre», le explicaron.

No fueron las únicas exigencias pereo sí las que provocaron más fastidio, dicen.