Tregua estancada: Regreso de los desplazados e islamofobia/antisemitismo

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Por estas horas, el principal motivo que retrasa las negociaciones para una tregua en la guerra entre Israel y Hamas es la oposición del gobierno de Benjamin Netanyahu al regreso de los desplazados de Gaza a sus hogares.

Así lo afirmó este jueves (4/4) el Primer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores de Qatar (mediador en el conflicto bélico), Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, según Arab News.

“El regreso de los desplazados internos a sus hogares, algo que los israelíes no aceptaron todavía… es el punto principal en el que estamos atrapados».

La comunidad internacional observa con preocupación cómo esta oposición prolonga el sufrimiento de miles de palestinos desplazados acorralados en Rafah, próximo objetivo de las FDI y obstaculiza los esfuerzos de paz en la región.

Las muertes palestinas se cifran en 33.000 y los desplazados de Gaza en 1,8 millones.

Miles de palestinos desplazados languidecen en tiendas improvisadas.

Miles de palestinos desplazados languidecen en tiendas improvisadas.

En menor medida, la discusión sobre el número de presos palestinos y de rehenes en el intercambio esperado constituye otra dificultad que bloquea el acuerdo. Sin embargo, según el jeque Mohammed, señaló que esto «se puede solucionar».

De esta manera la tregua sigue estancada por los mismos motivos que obstaculizaron un acuerdo durante las negociaciones en París en febrero. La comunidad internacional esperaba alcanzar una tregua antes del Ramadán pero la tensión y la islamofobia y antisemitismo es tan grande que no se concretó.

Israel y Hamás se han culpado mutuamente por el fracaso de las negociaciones. El primero insiste en que el grupo terrorista continúa con sus “demandas delirantes” y el segundo lo acusa de “posponer las cosas en las negociaciones”.

Tregua, islamofobia y antisemitismo

Los voceros de estos dos fenómenos despreciables son las propias autoridades israelíes e islamitas. En cierto modo sus discurso de odio y hostilidad hacia el enemigo legitiman y motivan las ulteriores animosidad y resentimientos en las redes sociales y medios de comunicación en todo el mundo.

Comienzan por las palabras de Netanyahu e Itamar Ben-Gvir que rechazan al estado palestino, negando así su cultura y existencia y luego con las de los líderes Hamas y otros musulmanes que piden borrar a los judíos de la faz de la tierra.

Luego del estallido de la guerra en Gaza, varias ciudades europeas se convirtieron en epicentro de manifestaciones contrarias en medio del auge del antisemitismo e islamofobia consecuente. La brecha entre judíos y musulmanes es tal que la defensa de uno acaba por convertirse en la injuria al otro.

Estados Unidos no escapó a esa tendencia y registró la creciente discriminación de judíos y musulmanes.

Según una encuesta realizada por el Centro de Investigación PEW en Washington, los estadounidenses están viendo un aumento significativo en la discriminación contra las comunidades judía y musulmana.

«Cuando se trata de la proporción de estadounidenses que dicen que los judíos enfrentan mucha discriminación, la proporción que dice esto en Estados Unidos se ha duplicado», dijo la directora asociada de PEW, Laura Silver, a Arab News.

“Hoy en día, el 40 por ciento dice que los judíos enfrentan mucha discriminación frente al 20 por ciento que dijo lo mismo en 2021. Por lo tanto, se trata de un aumento bastante pronunciado”.

“Al mismo tiempo, también vemos una proporción algo mayor de estadounidenses que dicen que los musulmanes enfrentan mucha discriminación. Eso es el 44 por ciento y también un ligero aumento, 5 puntos porcentuales desde 2021, cuando el 39 por ciento dijo lo mismo”.

Tras el estallido de la guerra, la islamofobia y el antisemitismo aumentaron en todo el mundo.

Tras el estallido de la guerra, la islamofobia y el antisemitismo aumentaron en todo el mundo.

La encuesta registró que el 70 por ciento de los musulmanes y el 90 por ciento de los judíos «dicen haber sentido un aumento en la discriminación contra sus respectivos grupos desde que comenzó la guerra en octubre».

El grado de aislamiento en su fe y cultura es tal que tanto judíos como musulmanes bloquean, ignoran o desprecian a todo aquel que expresa algo que lo “ofenda”. Muchos en el estudio reconocieron que se dejan arrastrar por la ira y el resentimiento producto de la guerra.

Asimismo, el sondeo encontró que un gran número de estadounidenses jóvenes simpatizaban con los palestinos, mientras que más estadounidenses mayores simpatizaban con el gobierno de Israel.

“Es mucho más probable que los estadounidenses más jóvenes digan que simpatizan con el pueblo palestino que con el pueblo israelí. Es mucho más probable que tengan opiniones positivas sobre el pueblo palestino que sobre el pueblo israelí. Tienen opiniones muy negativas sobre el gobierno israelí”.

Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses encuestados acordaron en algo: “Israel tiene razones válidas para librar la guerra entre Israel y Hamás, pero la forma en que está luchando es inaceptable”.

La guerra de Gaza, más allá de reconfigurar Medio Oriente, sin dudas dejará un abismo difícilmente reparable entre el mundo occidental y arábigo. Las prácticas ultranacionalistas y ortodoxas atrapadas en sus mitologías y tradiciones torna al escenario internacional más beligerante y peligroso.