Kremlin en alerta por su mayor problema: Caída de la natalidad en Rusia

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De los muchos problemas de Rusia en medio de la guerra en Ucrania y la situación económica, el mayor, según el Kremlin, es la crisis demográfica.

Ese es “su talón de Aquiles”, según su portavoz, Dmitry Peskov. En una entrevista con medios nacionales este martes (26/3) manifestó la creciente preocupación del gobierno de Vladimir Putin por aquel problema al que todavía no le ha encontrado solución pese a las políticas que fomentan la natalidad.

“Tener muchos hijos debería ponerse de moda. Por eso los valores tradicionales son tan importantes para nosotros… es una cuestión de vida o muerte para nuestro país con su vasto territorio”, opinó con cierta desesperación, según RT.

Vladimir Putin aseguró que el "destino de Rusia y sus perspectivas históricas dependen de cuántos seamos".

Vladimir Putin aseguró que el «destino de Rusia y sus perspectivas históricas dependen de cuántos seamos».

“¡Deberíamos ser más! Sólo tenemos 7 millones de personas viviendo más allá de los Urales. Debemos tener hijos, debemos aumentar la movilidad humana y vivir nuestras vidas en ciudades diferentes, que deben ser igualmente cómodas”.

La demografía es probablemente nuestro talón de Aquiles, nuestro mayor problema. No se puede resolver de la noche a la mañana. Por eso necesitamos desesperadamente seguir tomando todas las medidas posibles destinadas a corregir la situación demográfica.

Kremlin y el desafío demográfico

Peskov en la entrevista afirmó que Rusia seguirá enfocándose en mejorar la calidad de vida familiar ampliando el programa de capital de maternidad y ofreciendo más beneficios financieros a madres solteras y familias con múltiples hijos.

La población de Rusia se redujo drásticamente en la década de 1990 en medio de un duro clima económico y social tras el colapso de la Unión Soviética, y Putin ha enfrentado problemas demográficos durante gran parte del tiempo desde que llegó a la presidencia en 2000.

Putin ha anunciado recientemente subsidios para las madres primerizas, mayores pagos para las familias numerosas y la creación de más plazas en las guarderías.

«El destino de Rusia y sus perspectivas históricas dependen de cuántos seamos (…) depende de cuántos niños nazcan en las familias rusas en uno, cinco, diez años, de lo que llegarán a ser», sentenció.

De tinte conservador, el gobierno de Vladimir Putin desde hace años que lidia con este problema sociopolítico. La disminución del número de nacimientos plantea preocupaciones sobre el futuro de la población y la economía del país. La disminución de la población edad laboral podría obstaculizar el crecimiento económico a largo plazo de Rusia, ya abrumada de sanciones de la UE, y afectar la competitividad internacional.

"Es una cuestión de vida o muerte", dicen en Rusia preocupada por la creciente caída de natalidad.

«Es una cuestión de vida o muerte», dicen en Rusia preocupada por la creciente caída de natalidad.

Por décadas la población de Rusia se ha visto afectada por el declive demográfico que responde a varios factores como la baja fertilidad, alta mortalidad y la emigración de jóvenes en busca de mejores oportunidades laborales. Allí nacen menos niños que en los países más desarrollados y mueren más personas que en muchos países pobres, sin ser uno de ellos.

En su discurso ante la Asamblea Federal el mes pasado, Putin admitió que Rusia, como muchos otros países, se enfrenta a una disminución de las tasas de natalidad. Sugirió que todos los niveles de gobierno, sociedad civil y religión deberían trabajar juntos para hacer de las familias numerosas la norma social y la piedra angular de la vida social.

Según RT, si bien el número de abortos en Rusia ha disminuido significativamente desde 2000, el número de nacimientos en 2023 fue de poco más de 1,2 millones, el más bajo desde 1999.

La Academia Presidencial de Economía Nacional y Administración Pública de Rusia (Ranepa) en 2020 previó un descenso el número de embarazos “debido al estrés social y la crisis económica”.

A finales de siglo, la tasa de natalidad en Rusia caerá a 1,41 hijos por mujer, de acuerdo a The Lancet. Por primera vez en varios siglos, dejará de estar entre los 10 primeros países en términos de población.