Un chip cerebral capaz de controlar una computadora con la mente

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Neuralink, la startup de tecnología cerebral fundada por Elon Musk, mostró la experiencia, por ahora exitosa, del primer paciente en recibir un implante cerebral de la compañía, con el que puede controlar una computadora únicamente con sus pensamientos. «Es como usar La Fuerza (de Star Wars). Ha cambiado mi vida», afirmó Noland Arbaugh, un joven estadounidense de 29 años que hace 8 quedó tetrapléjico tras un accidente de buceo y recientemente se convirtió en el primer humano con un chip futurista implantado en el cerebro.

La compañía compartió este jueves por la red social X un video donde se muestra a Arbaugh jugando ajedrez en la computadora y utilizando sus pensamientos para mover el cursor alrededor de la pantalla. 

Neuralink es uno de los proyectos de Elon Musk que más polémica ha despertado. La firma busca crear una interfaz cerebral-computadora (BCI) para controlar dispositivos electrónicos con el pensamiento, incidiendo en la evolución humana y eliminando la barrera entre seres vivos y robots mediante la fusión de ambos mundos.

Para esto crearon un chip del tamaño de una moneda que se inserta en el cráneo mediante un robot quirúrgico y contiene miles de electrodos que se conectan a las neuronas, permitiendo registrar la actividad eléctrica del cerebro para comprender las intenciones del usuario y hasta controlar dispositivos externos. El primero de ellos ya está activo en humanos y se llama Telephatty.

Después de tres años de ensayos con animales, la empresa finalmente realizó su primera intervención quirúrgica en humanos en enero de este año. Mientras tanto, Neuralink fue acusada de maltrato animal. En 2022 Reuters informó que la firma estaba bajo investigación federal por “posibles violaciones del bienestar animal” en medio de quejas internas del personal que denunciaban que sus pruebas con animales se estaban acelerando, causando sufrimiento y muertes innecesarias. De todos modos, el pasado mayo la entidad recibió el permiso para iniciar los ensayos clínicos en humanos.

Así es como el 29 de enero el propio Musk confirmó en X la implantación y aseguró que los resultados iniciales mostraron una prometedora detección de picos neuronales. Ese mismo día informó que los usuarios iniciales de Telepathy serían aquellos que hayan perdido el control de sus extremidades. Y puso el ejemplo de Stephen Hawking, pidiendo a sus seguidores que imaginen un escenario donde el físico hubiese podido comunicarse más rápido, sin necesidad de mecanografiar sus pensamientos.

El pasado jueves 20 de marzo, Neuralink compartió un directo donde se lo ve a Noland Arbaugh en su casa, dos meses después de haber recibido el chip, acompañado de Bliss Chapman, uno de los ingenieros de la empresa. En el video muestra cómo controla el cursor del mouse, al mismo tiempo que explica cómo llegó a la situación de cuadriplejía. También, lo que ha significado la implantación cerebral en su vida después del accidente, el desarrollo paulatino de las funciones del chip, su experiencia con las nuevas capacidades que le brinda el dispositivo y las implicaciones a futuro.

Arbaugh sufrió una lesión en la médula espinal al romperse las vértebras C4 y C5 en un accidente de buceo hace ocho años. La tecnología le abrió un nuevo horizonte, donde puede interactuar con el mundo digital de una manera que parecía imposible después de su lesión. “Antes, para jugar, utilizaba Sticks (un palo de plástico para dispositivos táctiles) con la boca para poder mover el cursor, o para jugar en mi iPad tenía que ser ayudado por mis padres o mi hermano, además de tener que lidiar con las rutinas de la cuadriplejía”, dijo el joven de 29 años.

El paciente explicó que al comienzo ensayaron varios métodos por lograr la capacidad de mover el cursor, diferenciando los movimientos imaginativos y los intentos de movimiento: “Mucho de lo que probamos al comienzo fue yo intentando mover la mano derecha para todas las direcciones. Tras esos intentos, se volvió intuitivo para mí empezar a mover el cursor imaginariamente y pude empezar a moverlo hacia donde yo quisiera. Cuando esto se logró por primera vez, se convirtió en una experiencia asombrosa”.

“Es una locura, es genial”, exclamó Arbaugh sobre poseer capacidades telepáticas gracias al dispositivo. Y elogió al personal médico que intervino en su operación: “Literalmente me dieron el alta del hospital un día después, no tengo ningún deterioro cognitivo”. 

“No es perfecto», aclaró de todos modos. «Diría que nos hemos encontrado con algunos problemas. No quiero que la gente piense que este es el final del viaje”. Pero en ese sentido aseguró que, pese a que queda «mucho por hacer», ya «le ha cambiado la vida». Este caso no es el primer ejemplo de una interfaz BCI exitosa, que se posicionó como un importante adelanto tecnológico gracias a la capacidad del dispositivo de operar sin la necesidad de una conexión física externa.

De todos modos, el proyecto no ha estado exento de críticas.  «Lo que realmente me desconcierta de todo esto no es la tecnología en sí, sino la forma de comunicar las noticias científicas», afirmó Marcello Ienca, profesor de Ética de la IA y Neurociencia de la Universidad Técnica de Múnich en una entrevista con Forbes, quien subrayó que la información sobre Neuralink y su trabajo se está difundiendo «a través de actualizaciones casuales en las redes sociales» en lugar de por los canales tradicionales para la ciencia como las publicaciones revisadas por pares, los repositorios públicos o incluso los simples preprints.

El neurobiólogo de Columbia Rafael Yuste dijo que el anuncio de los avances de Neuralink «no es noticia». Sólo se informa como tal porque «una empresa asociada con Elon Musk» lo está haciendo», dijo, señalando décadas de investigación y otras numerosas empresas que operan en el campo de la neurotecnología.

Informe de Lucía Bernstein Alfonsín