Javier Milei quiere proponer a la jueza federal Sandra Arroyo Salgado para la Procuración General, un cargo que el gobierno de Alberto Fernández nunca pudo cubrir.
Milei tejió una alianza secreta con la jueza federal de San Isidro para mantener a raya a Mauricio Macri. En el mundo judicial aseguran que Arroyo Salgado le hizo saber a Macri que movería una causa molesta si seguía empujando a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados.
La jueza de San Isidro denunció el mes pasado en LN+ el uso de cargos políticos para hacer negocios y apuntó directamente contra Nicolás Massot y Emilio Monzó, al señalar que intervinieron en favor de empresarios en una causa que investigaba a una clínica privada de Vicente López que incumplió las normativas sanitarias durante la pandemia.
Los diputados del bloque Hacemos, que fueron acusados por Milei por la caída de la ley ómnibus, se despegaron de esa denuncia y sospecharon de una operación directa del Gobierno.
En la Procuración General está Eduardo Casal de manera interina hace casi seis años y medio, cuando asumió en lugar de la desplazada Alejandra Gils Carbó durante el gobierno de Macri. Alberto nunca pudo mandar el pliego de Daniel Rafecas porque no tenía el apoyo del kirchnerismo. Curiosamente tenía el de Elisa Carrió.
Como tampoco tiene los votos, Milei quiere ofrecer a Macri como compensación la Defensora General de la Nación, que hasta hoy ocupa Stella Martínez. Para eso la tendrían que hacer renunciar.
Eso tampoco le alcanzaría para conseguir los votos en el Senado, ya que necesita los dos tercios de los votos y el peronismo muy improbablemente quiera apoyar a la jueza Arroyo Salgado.