El jefe de Estado colombiano, Gustavo Petro, entregó a un grupo de campesinos en Sucre antiguos terrenos de la guerrilla en el marco de la gira del Gobierno con el Pueblo. A su vez, nombró a un temido ex jefe paramilitar como «gestor de Paz»: ello generó un aluvión de críticas.
Este lunes (18/03), el presidente Petro inició su gira por las provincias norteñas de Antioquia, Córdoba, Sucre y Bolívar para llevar acciones por la “paz y la vida en los territorios” y así trazar una salida al conflicto de violencia paramilitar que existe en la región hace más de una década.
“La gente, con sus necesidades, que son lógicas en los seres humanos, se organizó, exigió una vida mejor, y ese choque terminó en un conflicto armado, de hace mucho tiempo, que ha variado en el tiempo. Aquí hubo una presencia insurgente del Ejército Popular de Liberación poderosa, eso afectó al empresariado bananero que reaccionó con el paramilitarismo, no todos (…) más o menos fue así la historia”, dijo Petro subido a un escenario desde Apartadó (Antioquia).
Petro entregó la Hacienda Simpa al campesinado
La Hacienda Simba de Sucre, en donde inició el paramilitarismo en Colombia, fue propiedad de Francisco Javier Piedrahíta Sánchez. Este sujeto armó a varios hombres del poblado y conformo una guerrilla que luego fue teniendo varios nexos con otras células y dedicándose al narcotráfico: hubieron masacres, desapariciones forzadas y demás crímenes en la subregión de Montes de María, ubicada entre Bolívar y Sucre.
Ahora bien, la entrega de la Hacienda Simba, exbastión paramilitar, a un grupo de campesinos, fue anunciada por el propio Gustavo Petro este lunes (18/09) a través de sus redes.
“Este trino lo escribí en el 2011 mostrando la gobernanza paramilitar en Sucre. Todo comenzó en la Hacienda Simba de propiedad del narcotráfico. Hoy vuelvo a Sucre a entregarle la hacienda Simba a las y los campesinos”, escribió el mandatario en X.
Polémica por un ex jefe guerrillero como ‘gestor de paz’
Un grueso de la ciudadanía de Colombia está molesta con Gustavo Petro por designar a un ex ‘capo’ guerrillero como “gestor de la Paz”. Este ex jefe paramilitar con un largo prontuario de crímenes, llegó al país tras estar autoexiliado para continuar su proceso penal al pactar con el gobierno.
Es que uno de los capos guerrilleros más temidos, Salvatore Mancuso, responsable masacres y despojos de tierras en una de las etapas más violentas del país, regresó a Colombia este martes 27 de febrero como uno de los gestores de paz del Gobierno en el marco de la política de «Paz Total».
Con la desmovilización de los grupos paramilitares en el gobierno del conservador Álvaro Uribe, fue sometido penalmente a la Ley de Justicia y Paz que buscaba «facilitar los procesos de paz y la reincorporación a la vida civil de miembros de grupos armados».
En 2014, en ausencia, un Tribunal lo condenó a 40 años de prisión, pero le concedió una rebaja de pena a ocho años por las condiciones de la ley transicional.