La conductora Laurita Fernández reveló que sufre artrosis prematura y que está íntimamente relacionado a su carrera profesional. Según los especialistas en traumatología, la osteoartritis o artrosis, como se la conoce generalmente, es una enfermedad que afecta a las personas mayores de 50 años, cuando el cartílago se gasta por el proceso degenerativo que viene con el paso del tiempo.
En el programa Doctor C en C5N, con la conducción del Guillermo Capuya, el médico Gustavo Citera detalló la diferencia entre la artrosis y la artritis: «La artritis es una inflamación de la articulación, es la forma más común. La que puede ocasionar mayor discapacidad es la artrosis.
Sobre los tratamientos para esta afección aseguró que «el cartílago no se regenera«, aunque hay estudios en forma experimental con gente joven. Consiste en tomar una muestra de cartílago del paciente, cultivarla en el laboratorio e inyectarla al paciente a través de un líquido.
Además, el traumatólogo remarcó que «hay medicamentos que pueden usarse para mejorar la sintomatología y enlentecer el proceso«. Además, la comida mediterránea con menos carne y más vegetales «puede ser más beneficiosa».
La artrosis afecta tanto a mujeres como hombres, aunque como ellas son más longevas «hay más incidencias» o son más propensas a la enfermedad, según revelan los estudios. Citera detalló que «los bailarines de elite o los deportistas como los futbolistas suelen tener un mayor impacto en las articulaciones y eso hace acelerar esta enfermedad».
La afección más frecuente es la artrosis de cadera y de rodilla, mientras que la artrosis de manos también es muy común, en las falangias distales, y más aún si hay una predisposición genética.
La artritis reumatoidea es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar más que solo las articulaciones. El principal factor que aumenta el riesgo de esta enfermedad es el tabaquismo. Es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunológico ataca por error los tejidos del cuerpo.
En algunas personas, la afección puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.