Los obispos expresaron preocupación por la situación económica

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Las autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezadas por su titular Oscar Ojea, obispo de San Isidro, fueron recibidas en la Casa Rosada por el presidente Javier Milei, siendo este el primer encuentro formal entre los obispos católicos y el mandatario desde que éste asumió funciones en diciembre pasado. En la ocasión los obispos le manifestaron a Milei “su preocupación por la situación económica, especialmente en aquello que tiene que ver con la contención de aquellos sectores vulnerables que sufren”, de acuerdo a la información oficial difundida por la Iglesia.

El encuentro entre la Comisión Permanente del Episcopado y el Presidente estaba pendiente desde diciembre último cuando los obispos solicitaron una audiencia que, según se argumentó desde la Casa Rosada, se postergó debido a la carga de trabajo de Milei.

De la reunión además de Ojea y Milei participaron la Ministra de Relaciones Exteriores y Culto, Diana Mondino, la Ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, el Secretario de Culto, Francisco Sánchez, y los obispos Marcelo Colombo (arzobispo de Mendoza y vicepresidente primero de la CEA), Carlos Azpiroz Costa (arzobispo de Bahía Blanca y vicepresidente segundo de la CEA) y el Secretario General del Episcopado, Alberto Bochatey (obispo auxiliar de La Plata).

Además de la preocupación por la situación económica los obispos llamaron la atención por “la falta de alimento y medicamentos” según se consignó en la información oficial del episcopado. Y, en nombre de la Comisión Permanente, los integrantes de la Comisión Ejecutiva, “llevaron también las inquietudes de las distintas provincias del país por la situación que se vive”.

Las Comisión Permanente del Episcopado que se encuentra reunida actualmente en Buenos Aires, es un órgano del que participan obispos representantes de todas las regiones del país y suele ser un ámbito de resonancia para conocer la percepción de las autoridades eclesiásticas no solo sobre aspectos relativos a la vida de la Iglesia, sino acerca de la realidad social en todo el territorio nacional.

Desde el episcopado se caracterizó el encuentro como “cordial”, se agradeció al Presidente la “escucha atenta de lo planteado” y, al mismo tiempo, los obispos “reafirmaron su disposición a colaborar en el trabajo del bien común y la paz social”.

En la misma ocasión el Presidente le propuso a los obispos que «hablemos más seguido para que ustedes sepan lo que estamos haciendo». Por su parte los representantes del gobierno insistieron en su propósito que la ayuda social llegue de manera directa a las personas que lo necesitan, sin la intervención de mediadores. «Nosotros no hacemos diferencia entre que sean movimientos sociales o no. Nos interesa que el proceso sea transparente y que la comida llegue a la gente que lo precisa» sostuvo la ministra  Pettovello.

La reunión se realizó un día después de que se conociera una dura declaración de los obispos de Merlo-Moreno, Juan José Chaparro y Oscar Miñarro, conteniendo críticas a la gestión oficial y en la que se lamentó que “los responsables del gobierno nacional solo se preocupan de que cierren las cuentas y no miren a los hermanos heridos por las medidas que se van tomando”.