La guerra relámpago de Martín Menem contra Oscar Zago por la conducción del bloque libertario, partió el bloque en dos y dejó una crisis abierta justo cuando la Rosada busca reflotar la ley ómnibus.
«Quien está sacando provecho de este quiebre del bloque es Victoria Villarruel, que pretende manejar las comisiones bicamerales de los ministerios que no pudo comandar», dijo a este medio una fuente al tanto de la puja.
Por esa razón, desde Casa Rosada le habrían pedido a Menem que demorase la conformación de la Comisión Bicameral de Inteligencia, la de Reforma del Estado y la de Ministerio Público. Tras el paso en falso de las dietas, la Vicepresidenta se desmarcó del titular de la Cámara Baja y se negó a impulsar el proyecto que pactaron Javier Milei y Diego Santilli. Cada movimiento de Villarruel es analizado al detalle por el primer mandatario.
Mientras tanto, Menem acelera su avance para desplazar al actual jefe de la bancada libertaria. En su lugar, postula a Gabriel Bornoroni, secundado por César Treffinger y el correntino Lisandro Almirón.
La apertura de la conducción a un vicepresidente de bloque era una propuesta que se le hizo en su momento al ex hombre de Daniel Angelici en la Legislatura porteña pero la declinó con la suficiencia que se atribuía para negociar con legisladores de otras fuerzas. «Yo no sé por qué Oscar no accedió y por qué tarda tanto en organizar el bloque», comentó una legisladora a este portal.
Zago disiente. En su entorno alegaron que tiene 40 pedidos para presidencias de comisiones pero solo puede otorgar ese cetro a 7 legisladores. «Para afuera hablan todos y se les infla el lomo pero son gatos capones», le escucharon decir.
Aconsejado por su primo Lule Menem y respaldado por la propia Karina Milei, el riojano tentó a la neuquina Nadia Márquez como secretaria parlamentaria y busca compensar al «zaguismo» con la designación de Lorena Villaverde al frente de la Comisión de Energía. Ese tanteo se habría efectuado a través del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
El desorden es tan grande que en los pasillos del Congreso se rumorea que hasta José Luis Espert podría participar del golpe contra Zago, si es que le garantizan la presidencia del bloque a él mismo. Al cierre de este artículo, no habían respondido las consultas de LPO en el despacho del economista que preside la Comisión de Presupuesto.
Los mendocinos Facundo Correa Llano y Mercedes Llanos y el santafecino Nicolás Mayoraz también apoyarían a Menem, a cambio de cargos en las bicamerales de Inteligencia y la de Comunicación, así como también en la de Juicio Político.
Si ambos sectores dirimieran en una votación la presidencia de LLA en Diputados, Zago cosecharía la adhesión de 13 miembros del bloque, mientras que Menem podría trepar a 18.
Con el ex legislador radical, se quedarían Manuel Quintar, Juliana Santillán, Eduardo Falcone, María Emilia Orozco, Santiago Santurio, Rocio Bonacci, Carlos D’Alessandro, Alida Ferreyra, Lilia Lemoine, Pablo Ansaloni, Bertie Benegas Lynch, Maria Cecilia Ibáñez y Villaverde.
Del lado del sobrino de la dinastía de Anillaco quedarían Alberto Arancibia, Carlos García, José Peluc, Beltrán Benedit, Carlos Zapata, Gerardo González, Lourdes Arrieta, Gerardo Husen, Julio Moreno, Santiago Pauli, Nicolñas Emma, Márquez, Correa Llano, Llanos, Mayoraz, Bornoroni, Treffinger y Almirón.
Más equidistantes se habrían mostrado hasta ahora Guillermo Montenegro, quien supo ser el operador político de Villarruel hasta que la proximidad se rompió, María Fernanda Araujo y Romina Diez. Marcela Pagano, en la misma sintonía a pesar de sus propias diferencias con Zago, incluso resistiría pronunciarse en favor de unos u otros. «Ella está con Milei», aseguran.
Este medio consultó a Zago ante lo que parece diburjarse en el horizonte como una derrota pero negó rotundamente que una acción de ese calibre prosperara. «En todos los bloques hay internas», trató de minimizar.
Ante los legisladores que contactó para esta nota no pasó desapercibido que Milei encomendara a Santilli acordar con Menem en lugar de Zago su proyecto para congelar las dietas. «Es sugestivo», admitieron.
Con ansias de estirar la ventaja parcial, Menem también quiere ganarse el favor de Ansaloni, el ex dirigente de la UATRE que fue parte del macrismo, luego del massismo y ahora integra las filas del oficialismo. Para arrimarlo a su propia tropa, le habría prometido la presidencia de la Comisión de Trabajo, un área que el gobierno quisiera tener planchada para que no se utilice como caja de resonancia de los conflictos gremiales.