El coordinador nacional de Somos Barrios de Pie, Daniel Menéndez, advirtió este jueves sobre la situación en barrios populares, en el marco de un fuerte deterioro del poder adquisitivo, crecimiento de la pobreza y el freno total del Gobierno nacional de alimentos a más de 40 mil comedores de todo el país: «Se está viviendo una retirada del Estado de manera brutal y se está padeciendo de lo que el gobierno se jacta de llevar adelante, que es la licuadora y la motosierra en todas las prestaciones que el Estado estaba llevando adelante en poítica social».
En diálogo con el programa Ahora Dicen, de Futuröck, Menéndez añadió que esas políticas también incluyeron eliminar «todo lo que tiene que ver con el presupuesto de urbanización de barrios populares, que son obras para atender la infraestrctura social y que es una gran deuda que tiene el Estado con más de 5 millones de compatriotas que habitan los más de 6 mil barrios populares«.
Por otra parte, puntualizó sobre la situación en los comedores populares y advirtió que debido a la ineficiencia estatal y toda la burocracia, no habrá soluciones en esos términos hasta abril: «En términos de la asistencia alimentaria, se manejaron de la misma forma: desde que se inició la gestión, los más de 40 mil comedores comunitarios no tienen al día de hoy una respuesta, apenas algunos convenios que obviamente después de que se han avanzado no tienen ninguna novedad, que atienden a menos de 2 mil comedores, es decir, hay más de 40 mil que están todavía sin respuesta, lo que implica que no va a haber una respuesta hasta mediados de abril, en el caso que se resuelva prontamente«.
En esa línea, alertó: «Con el nivel de inutilidad que expresan los funcionarios públicos que hoy tienen la responsabilidad de administrar el Estado, por más que tengan la decisión, con el nivel de incapacidad que expresan y con la lógica demora, en caso de hoy tomar la decisión, hasta mediados de abril no va a haber respuesta, y esa decisión no está. Uno sigue viendo con preocupación que se mantengan cerrados los espacios comunitarios que ya han cerrado«.
El dirigente social también habló del «congelamiento en todo lo que tiene que ver con casi el millón doscientos mil trabajadorxs que forman parte del potenciar trabajo, que están con ingresos congelados, con más de 60, 70% de inflación».
Sobre todo este conjunto de situaciones, analizó que «hay una licuación general de ingresos y un recorte de gastos de todo lo que tiene que ver con la política social, lo que obviamente uno ve con mucha claridad, las consecuencias están siendo por goteo, día a día, uno lo va percibiendo, pero está claro que esto termina mal, no hay manera de que esto se pueda sostener en el tiempo, salvo que se avance en un esquema autoritario donde las situaciones de explosión cotidiana que se van a ir dando de no cambiar esta política, van a generar procesos de inestabilidad muy claros».
«Más allá del llamado a la sensatez -concluyó-, hay una descomposición que genera la retirada del Estado en la sociedad donde los niveles de violencia y de reclamos van a estar disparados de manera anárquica».