Leonardo Cifelli pasó un momento incómodo en Madrid cuando le preguntaron por la crítica situación del sector del cine, en medio de la búsqueda del gobierno de Javier Milei de liquidar el Incaa.
El secretario de Cultura viajó a España para participar de un encuentro de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda), que reúne a productores audiovisuales del país europeo y la Secretaría General Iberoamérica, el organismo con el que soñaba Alberto Fernández.
«Nos reunimos con representantes de la Secretaría General Iberoamérica y EGEDA en #Madrid para delinear algunas estrategias de financiamiento para las industrias culturales y creativas, en coordinación entre el sector público y el privado», publicó Cifelli en sus redes.
«Estas alianzas permiten incluir y potenciar a los emprendedores y acompañarlos en su proceso de formalización, además de construir vínculos que impulsen a otros sectores productivos. ¡Se vienen grandes desafíos!», dijo el funcionario, que viajó a Europa horas antes de que su jefa, Sandra Pettovello, anunciara la eliminación de 50 «refugios de ñoquis».
Lo que no esperaba Cifelli era que los productores españoles estuvieran tan al tanto de la situación del cine argentino. Acaso advertidos por sus colegas argentinos, los españoles mostraron preocupación por el posible cierre del Incaa, que semanas atrás cayó en las garras de un economista que tiene la misión de rematar el organismo al que Milei ya le había querido echar mano con la fallida ley ómnibus
«Javier viaja en vuelo de línea con equipo mínimo y hay funcionarios que buscan excusas para pasear por Europa», dijo un libertario paladar negro que cree que hay que predicar con el ejemplo.