Elon Musk le reclama sus US$ 44 millones a Sam Altman

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“Hasta el día de hoy, el sitio web de OpenAI, Inc. continúa profesando que su estatuto es garantizar que la AGI [Inteligencia General Artificial] se beneficie toda la humanidad.’ En realidad, sin embargo, OpenAI, Inc. se ha transformado en una subsidiaria de facto, de fuente cerrada, de la mayor tecnología empresa en el mundo: Microsoft», afirma la demanda de Elon Musk contra Sam Altman y OpenAI presentada en la noche del jueves 29/02.

Según la demanda, Altman se acercó a Musk en 2015 para crear un laboratorio de IA que compitiese con DeepMind, de Google, que lideraba la carrera de IA en ese momento. Junto con Greg Brockman, Musk y Altman iniciaron la organización sin fines de lucro OpenAI.

El nombre fue elegido por Musk, quien donó a la organización sin fines de lucro US$ 15 millones en 2016 y pagó el alquiler de la oficina inicial en San Francisco (California, USA).

Musk también afirma haber desempeñado un papel clave en el reclutamiento del ex científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever.

En total, Musk ha donado OpenAI más de US$ 44 millones a lo largo de los años.

La disputa

La posibilidad de transformar OpenAI de una fundación sin fines de lucro a una empresa con fines de lucro fue supuestamente descartada en 2017. Según la demanda, Brockman y otros acudieron a Musk con la idea, que él rechazó.

Altman supuestamente estuvo de acuerdo con Musk, afirmando que “seguía entusiasmado con la estructura sin fines de lucro”.

Musk renunció como co-presidente en 2018 y ralentizó sus donaciones, aunque siguió involucrado en el proyecto. OpenAI creó una empresa con fines de lucro en 2019.

Musk está demandando a OpenAI y Altman por incumplimiento de contrato e incumplimiento de deberes fiduciarios.

Él afirma que OpenAI violó el acuerdo que establecía que la empresa sería una organización sin fines de lucro que desarrollaría IA para el bien público y que su investigación sería de código abierto.

Según Musk, Altman se lo garantizó y no ha cumplido esa promesa, según la demanda.

Musk está pidiendo al tribunal que obligue a OpenAI abrir su código, a disposición del público. Y la devolución de los US$ 44 millones que él donó.

Sam Altman.

Sam Altman.

La batalla

La demanda marca una dramática escalada de una disputa latente desde hace mucho tiempo sobre el futuro de la IA (Inteligencia Artificial). Enfrenta a Musk, una de las personas más ricas del mundo, con la empresa más valiosa del mundo, Microsoft, que ocupó el lugar que tenía Musk en el inicio.

También anticipa un posible debate en los tribunales sobre ¿cuánto miedo deberíamos tener ante los avances en IA?

En un correo electrónico a Musk, en 2015, Altman le expresó que no era posible impedir que la humanidad desarrollara IA. Luego: «Si esto va a suceder, sería bueno que alguien que no sea Google lo hiciera primero», según el expediente judicial.

Musk ha advertido durante mucho tiempo sobre lo que él llama «una grave amenaza para la humanidad por parte de la inteligencia artificial general» (AGI, por sus siglas en inglés). En esencia, que las máquinas son capaces de razonar como los humanos.

«OpenAI, Inc. se ha transformado en una subsidiaria de facto de código cerrado de la empresa de tecnología más grande del mundo: Microsoft», dice la demanda. «Bajo su nueva junta directiva, no sólo está desarrollando sino que en realidad está refinando un AGI para maximizar las ganancias de Microsoft, en lugar de hacerlo en beneficio de la humanidad».

Musk está presentando demandas que incluyen incumplimiento de contrato, incumplimiento de deberes fiduciarios y prácticas comerciales desleales contra OpenAI y los 2 cofundadores, Altman y Brockman. En la demanda, solicitó una orden que obligue a OpenAI a abrir al público toda su investigación y tecnología y que se exija a la empresa y a Altman que renuncien a todo el dinero recibido como resultado de las prácticas supuestamente ilegales.